- Maestro y esclavo por radiofrecuencia.
- Elevada potencia.
- Cobertura focal de su zoom.
- Sincronización a alta velocidad.
- Sin terminal de actualización del firmware.
Review
El siguiente análisis lo dedicamos al flash más avanzado de Gloxy, el GX-F1000. Es un poco más caro que el GX-F990, pero ofrece a cambio un significativo salto de calidad, al ser mucho más rápido reciclando e integrar radiofrecuencia.
La unidad abarca un amplio rango de zoom, comprendido entre 18 y 180 mm. Asimismo, destaca en cuanto a potencia de salida, que está datada en un número de guía 58, a ISO 100 y 180 mm.
El cabezal permite restar dureza al destello, gracias a su giro vertical de -7 a 90 grados y su completa rotación horizontal de 360 grados. Como complemento, igualmente para suavizar, incluye un reflector y un panel difusor retráctiles.
La intensidad puede regularse en TTL, manual y multi. La modalidad TTL es compatible con Canon (E-TTL y E-TTL II) y Nikon (i-TTL). En el modo manual, por su parte, la potencia se establece desde 8 niveles generales, entre 1/1 y 1/128, con ajustes finos de 1/3.
Como indicaba al principio, el modelo se comunica inalámbricamente mediante radiofrecuencia, lo que representa uno de sus puntos fuertes. Hace las veces de maestro y esclavo en TTL, hasta una distancia de 100 metros, brindando 3 grupos (A, B y C) y 16 canales. Como alternativa a la frecuencia de radio, aporta los esclavos ópticos S1 y S2.
La intuitiva organización de los mandos, alrededor de una rueda de control, es muy parecida a la del GX-F990. Hay más variaciones en la ordenación de los datos en la pantalla LCD, que también dispone de retroiluminación en verde para facilitar la legibilidad en condiciones de poca luz.
La zapata metálica se ajusta a la cámara a través de un anillo. En este punto, considero que Gloxy debería haber apostado por un sistema de palanca de bloqueo, tratándose de un producto de este nivel. Por otro lado, señalar que el compartimento de las pilas se estructura en vertical, en uno de los laterales. En la parte opuesta se ubican, protegidos por la misma cubierta de goma, los puertos para PC Sync y batería externa. Se echa en falta un USB para renovar el firmware.
El gran problema del GX-F990 era su lentitud reciclando, un aspecto que le restaba competitividad. Por suerte, el fabricante ha logrado solucionar este inconveniente en el GX-F1000, reduciendo el tiempo de reciclaje a la mitad, en concreto, a unos buenos 3 segundos con alcalinas, después de un disparo al máximo de intensidad. La velocidad es aún mayor con recargables o con una fuente de alimentación externa.
Entre las funcionalidades adicionales, la más relevante es la aptitud del dispositivo para sincronizar a alta velocidad, una característica idónea para el relleno de sombras en días soleados. Además, sincroniza a la cortina trasera y proporciona ayuda al autoenfoque. El intervalo de flash va de 1/200 a 1/20.000.
Entre los extras suministrados por Gloxy figuran la habitual funda protectora y un soporte, más otros dos accesorios menos comunes, como son un difusor de plástico y una veintena de geles de distintos colores, dentro de su correspondiente estuche. El manual está traducido al español, algo de lo que deberían tomar nota los fabricantes chinos.
Características
- Dimensiones: no hay datos del fabricante.
- Peso: no hay datos del fabricante.
- Número de guía: 58.
- Modos: manual, TTL y multi.
- Maestro: radiofrecuencia.
- Esclavo: radiofrecuencia y óptico.
- Cabezal giratorio: vertical (-7 a 90°) y horizontal (360°).
- Cabezal zoom: 18 a 180 mm.
- Tiempo de reciclado: 3 segundos, con cuatro pilas alcalinas AA.
- Sincronización a alta velocidad: sí.
Compatibilidades
Es compatible con cámaras de Canon y Nikon.
Opinión final

El GX-F1000 es un flash realmente completo, con el que Gloxy solventa el problema que tiene el GX-F990 para reciclar. Sin embargo, no resuelve el inconveniente de la apuntada carencia de un conector para actualizar el firmware.
Como ventajas del producto cabe indicar su potencia, el rango focal cubierto por su zoom y su capacidad para sincronizar a alta velocidad. Y, por supuesto, su radiofrecuencia integrada, que le permite actuar como maestro y esclavo en TTL.