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Metz Mecablitz 26 AF-2 Digital

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Metz Mecablitz 26 AF-2 Digital

Review

El Mecablitz 26 AF-2 no difiere en nada de la primera versión lanzada por Metz de este modelo, a excepción de la inclusión, dentro de sus accesorios, de un práctico pie para su disposición como esclavo. Por lo demás, sus características son las mismas y, por tanto, estamos ante una unidad de potencia limitada, datada en un número de guía 26, a un ISO 100 y 85 mm.

Aunque su alcance es reducido, supera con creces al aportado por el flash de cualquier cámara. En ese sentido, otra mejora importante está en la luz suavizada por rebote que nos brinda, gracias a la capacidad de su antorcha para girar en vertical hasta 90 grados, con paradas intermedias en 20 y 40 grados.

El cabezal integra un difusor gran angular que cubre una focal de 24 mm. Esta distancia es ampliable hasta 85 mm, con el empleo del teledifusor que viene con el dispositivo.

Difusor del Metz 26 AF-2

Para la regulación de la intensidad del destello, únicamente funciona en TTL, permitiéndonos compensar la exposición. Los modelos específicos para cada marca son compatibles con los sistemas E-TTL y E-TTL-II de Canon, i-TTL e i-TTL-BL de Nikon, P-TTL de Pentax, ADI de Sony, y TTL Micro Four Thirds y Four Thirds para el común de Olympus, Panasonic y Leica.

La unidad se comunica inalámbricamente como esclava, siendo ésta su mayor diferencia con respecto al similar -en prestaciones- 24 AF-1. Asimismo, incorpora un LED que sirve de asistencia al autoenfoque y proporciona una luz de 30 lux, a una distancia de 1 metro. Es posible variar su potencia en dos niveles y, puntualmente, puede servirnos para la grabación de vídeos, si bien, sus posibilidades son bastante restringidas.

El manejo de este dispositivo no puede ser más sencillo, ya que sus controles se limitan a los botones correspondientes al TTL, esclavo, LED y encendido. El objetivo de Metz, claramente, es ofrecer una alternativa para principiantes en el uso de un flash externo, que simplifique al máximo el flujo de trabajo.

Controles del Metz 26 AF-2

El aparato está bien construido, pero su calidad es inferior a la de opciones de gama superior de la marca alemana. Sin embargo, presenta buenos detalles como su zapata metálica, provista de botón para el bloqueo. Por otra parte, dispone de un diseño muy logrado y su ligereza (115 gramos sin pilas) nos facilita su transporte.

El tiempo de reciclado aportado por el fabricante oscila entre 0,3 y 8 segundos, representando uno de los aspectos menos conseguidos del 26 AF-2. Esto es debido a su utilización de sólo dos baterías AAA, en vez de cuatro AA, siendo éste un problema común en dispositivos pequeños, que también ven disminuida su autonomía por esta razón.

Adicionalmente, sincroniza con la primera y segunda cortinilla, cuenta con ahorro de energía y con una entrada USB para actualizar el firmware. Este puerto está situado en la zona inferior y hubiese sido conveniente que tuviera una tapa protectora.

Entre los accesorios, aparte del soporte y el teledifusor reseñados en el análisis, trae un manual de instrucciones traducido al español.

Características

  • Dimensiones: 6,3 x 8,5 x 8,5 cm.
  • Peso: 115 g.
  • Número de guía: 26.
  • Modos: TTL.
  • Maestro: no.
  • Esclavo: sí.
  • Cabezal giratorio: vertical (90°).
  • Cabezal zoom: no.
  • Tiempo de reciclado: 8 segundos, con dos pilas recargables AAA.
  • Sincronización a alta velocidad: no.

Compatibilidades

Existen modelos para Canon, Nikon, Pentax, Fujifilm, Olympus, Panasonic y Leica. Si eres usuario de Sony, debes asegurarte de que tu cámara tenga zapata Multi Interface. En caso contrario, necesitarás el correspondiente adaptador.

Opinión final

3 estrellas

Este 26 AF-2 cumple con lo que se espera de él y tiene la garantía de una marca del prestigio de Metz. Entre sus inconvenientes están su carencia de un modo manual para la medición y su lenta velocidad de reciclaje. Además, su autonomía es reducida, oscilando entre 100 y 160 disparos, dependiendo de si utilizamos pilas alcalinas o de litio. No obstante, el dato está medido por Metz a partir de destellos al tope de potencia, por lo que el número de disparos es mayor en usos normales, pues no vamos a precisar siempre la máxima intensidad.

Como principales puntos a favor, se encuentra el giro de su cabezal y una simplicidad que convierte a este flash en una opción atractiva para iniciarse. Asimismo, destaca su posibilidad para comunicarse inalámbricamente como esclavo, su versatilidad en TTL y las ventajas de trabajar con una unidad tan liviana.