Review
Que el Metz 28 CS-2 es un flash distinto, es algo que se ve a simple vista. Presenta un acabado metalizado -que rompe con el habitual color negro-, y una regleta extensible con fijación mediante tornillo roscado. Se sitúa justo al lado de la cámara, constituyendo una buena alternativa para el relleno de sombras y como luz auxiliar de la suministrada por la propia cámara.
Su número de guía es reducido, 28 a un ISO 100 y 85 mm, pero muy superior al ofrecido por cualquier flash integrado. Por otra parte, hay que señalar que no nos proporciona iluminación por rebote, al no contar con giro. Tampoco tiene zoom, si bien, el aparato viene con un difusor gran angular, de una cobertura de 24 mm, y un tele con el que alcanza una focal de 85 mm.
Dispone de los modos de configuración automático, manual, Easy y esclavo, junto con una modalidad de aprendizaje. El primero de ellos, el automático, nos facilita mucho la utilización de este dispositivo, gracias a la medición que efectúa con su fotosensor. En manual podemos variar nosotros mismos la intensidad de salida en cinco pasos, comprendidos entre 1/1 y 1/16. El modo Easy, por su parte, es una simplificación del automático.
Uno de los aspectos más interesantes de esta unidad, es que nos permite compensar la exposición automática. También es destacable su funcionamiento como esclavo, por medio de tres opciones diferentes. Una de ellas, faculta su uso con un maestro dispuesto en TTL.
Como puedes ver en la siguiente imagen, su cuadro de mandos está muy acotado. Consta de una pantalla y sólo tres columnas de botones. La ubicada a la izquierda, incluye el interruptor para cambiar el modo y un indicador o.k., que nos informa que la exposición es correcta. La columna del centro se compone de mando de encendido y apagado, más el de disparo de prueba. Por último, tenemos las teclas de más y menos, para modificar la exposición.
El Mecablitz 28 CS-2 está bien construido y es muy pequeño, ligero y, por tanto, fácil de llevar de un sitio a otro. Únicamente se alimenta con dos pilas AAA, lo que reduce su autonomía y aumenta su tiempo de reciclado. Este lapso, según Metz, oscila entre 0,3 y 6 segundos con el empleo de baterías recargables.
El modelo se desconecta automáticamente, después de 3 minutos sin uso, como forma de ahorro de energía. Además, brinda la posibilidad de actualizar su firmware, a través del servicio posventa.
Como accesorios trae los citados difusores (gran angular y tele), más un manual de instrucciones, traducido al español.
Características
- Dimensiones: 7,8 x 8,3 x 3,2 cm.
- Peso: 117 g.
- Número de guía: 28.
- Modos: manual y automático.
- Maestro: no.
- Esclavo: sí.
- Cabezal giratorio: no.
- Cabezal zoom: no.
- Tiempo de reciclado: 6 segundos, con dos pilas recargables AAA.
- Sincronización a alta velocidad: no.
Compatibilidades
Es válido para cámaras de Canon, Nikon, Fujfilm, Sony y Olympus, entre otras marcas.
Opinión final

El 28 CS-2 no es sólo el modelo más diferente de Metz, sino uno de los más singulares del mercado. Sus principales inconvenientes están en una velocidad de reciclado no excesivamente rápida y en una autonomía limitada. Asimismo, algunos usuarios echarán en falta la incorporación de una zapata para acoplar el dispositivo encima de la cámara.
La gran ventaja de este flash reside en su simplicidad, tanto a la hora de configurarlo, como para transportarlo, pues nos ahorrará mucho espacio en la mochila. Además, destaca su capacidad para comunicarse con un master en TTL y su interesante dupla de difusores, para ajustar el destello a 24 y 85 mm.