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Tokina AT-X 11-16mm PRO DX II

4.5

Tokina AT-X 11-16mm PRO DX II

Nuestra valoración
Nota: 4,5 / 5
Ventajas
  • Relación entre precio y calidad.
  • Alta luminosidad.
  • Muy bien construido.
  • Destacada nitidez.
Desventajas
  • Sin estabilizador de imagen.

Review

1. Introducción

Tokina es una empresa japonesa de extensa trayectoria. Uno de los objetivos más completos de su serie AT-X PRO es el Tokina 11-16mm PRO DX II, una versión ligeramente mejorada del popular 11-16mm PRO DX. El mayor cambio con respecto a su predecesor está en su autoenfoque para Nikon.

Este ultra gran angular es para usos específicos, principalmente para fotografía de paisajes, exteriores arquitectónicos e interiores. Algunas de sus alternativas son el Tamron 10-24mm y el Sigma 10-20mm.

2. Distancia focal

Aporta un intervalo focal de 11 a 16 mm, en los sensores APS-C a los que va dirigido. Se trata de un zoom no demasiado holgado, que a algunos fotógrafos les resulta algo limitado, inferior al presentado por el Sigma y el Tamron señalados en la introducción. Sin embargo, aun siendo un rango reducido, no deja de ser interesante.

3. Diafragma y estabilizador de imagen

La unidad proporciona una apertura de diafragma muy alta, de f/2.8. Además, el valor es constante en toda la focal, de modo que la lente es ideal para tomas nocturnas o en interiores con poca luz. En este punto, está por encima del Tamron 10-24mm y el Sigma 10-20mm, que alcanzan un máximo de f/3.5 y en el caso del Tamron sólo en el extremo corto.

El Tokina AT-X 11-16mm DX II no dispone de estabilizador de imagen. Con tanta luminosidad no se echa demasiado en falta, pero no habría estado de más. Es un mecanismo, infrecuente en los angulares tan amplios, que sí trae el Tamron 10-24mm.

El diafragma del dispositivo lo componen 9 hojas poligonales, un número que no está nada mal. No obstante, en cuanto a calidad de las áreas desenfocadas o bokeh no destacan los súper grandes angulares. De hecho, no es algo importante.

4. Diseño y construcción

El anillo de zoom está emplazado en la parte interior, el de enfoque en la zona exterior y, entre medias, hay un cuadro con información de la distancia. Los anillos están acabados en goma, con un ranurado distinto. El de enfoque cuenta con una buena anchura e integra un sistema que permite cambiar entre AF y MF, mediante un desplazamiento hacia adelante o hacia atrás, respectivamente. Con este mecanismo, Tokina prescinde del interruptor habitualmente destinado en otras marcas para esta operación.

La lente no tiene un diseño tan depurado como, por ejemplo, el del Tamron 10-24mm, pero su construcción es realmente robusta. Éste es uno de sus puntos fuertes. Su montura, obviamente, es metálica.

El producto no es particularmente ligero. Pesa incluso unos gramos más que el Sigma 10-20mm, una opción que no destaca por ser liviana. Su diámetro de filtro es de 77 mm y su enfoque es interno, así que se le puede acoplar un polarizador sin problema.

Lateral del Tokina AT-X 11-16mm

5. Enfoque

El motor de autoenfoque es razonablemente rápido, aunque no sea éste su aspecto más conseguido. Además, es un sistema preciso y emite un ruido moderado.

El mínimo de distancia al que enfoca la unidad está datado en 30 centímetros. El factor de ampliación máximo, por su parte, es muy reducido, con un valor de 0,08. Son dos características relevantes en macrofotografía, pero que carecen de importancia en un dispositivo de este tipo.

6. Calidad gráfica

El objetivo está compuesto por 13 elementos en 11 grupos. Incluye 2 vidrios asféricos y otros 2 de dispersión súper baja para optimizar los resultados ópticos. Asimismo, dispone de un recubrimiento para aminorar los destellos, mejorado con respecto a la versión anterior.

La nitidez es una de las cualidades que más subrayan los fotógrafos que utilizan este producto. En el centro es muy buena. Globalmente, es inferior en f/2.8, pero aumenta a medida que se cierra el diafragma. Tanto en el centro como en los bordes el punto dulce está en aperturas medias, entre f/8 y f/11.

La distorsión es inferior a la media. Existe una deformación de barril a 11 mm, mientras que a 16 mm es casi insignificante. Esta última es una distancia más favorable para contener la distorsión.

Se aprecia una caída de la luz en las esquinas a f/2.8. Es el típico viñeteado que veo en cada lente, en su máxima apertura. En cuanto a las aberraciones, señalar que son ligeramente perceptibles. Este defecto y los anteriores se pueden corregir con el perfil del objetivo, en el procesado de cada imagen.

7. Accesorios

En la caja viene con un útil parasol BH-77A.

Parasol Tokina BH-77A

Características

  • Dimensiones: 8,4 x 8,9 cm.
  • Diámetro de filtro: 77 mm.
  • Peso: 550 g.
  • Distancia focal: 11-16 mm.
  • Apertura máxima: f/2.8.
  • Apertura mínima: f/22.
  • Láminas del diafragma: 9.
  • Estabilizador de imagen: no.
  • Construcción del objetivo (elementos/grupos): 13/11.
  • Ángulo de visión: 104°-82°.
  • Distancia mínima de enfoque: 0,30 m.
  • Ampliación máxima: 0,08 x.

Compatibilidades

Está a la venta con modelos específicos para Canon, Nikon y Sony. En todo caso, es para sensores APS-C.

Opinión final

4,5 estrellas

El AT-X 11-16mm DX II es una buena alternativa a los productos de primeras marcas, aparte de un sólido competidor para Tamron y Sigma. Su desventaja, siendo bastante estrictos, procede de la carencia de un sistema para reducir la trepidación. Una ausencia que compensa, en cierto modo, con su luminosidad.

Como aspectos destacados apuntar que tiene un buen precio para todo lo que ofrece y, asimismo, una amplia apertura, de f/2.8, constante en todo el rango de distancias. Otras ventajas son la nitidez que brinda, especialmente en el centro, y un nivel constructivo más que satisfactorio.