- Holgado rango focal.
- Hasta 4 paradas de estabilización.
- Excelente motor de autoenfoque.
- Alta nitidez.
- No incluye parasol.
Review
1. Introducción
El Canon EF 70-300mm II USM no es una mera versión mejorada de su predecesor, sino un modelo bastante distinto y significativamente superior. Su competidor directo es el Tamron SP AF 70-300mm, una alternativa más económica. Obviamente, el coste de los productos de Canon y Nikon siempre es mayor que el de opciones de fabricantes como Tamron o Sigma. Y es que la garantía que ofrece una primera marca, nos guste o no, hay que pagarla. En este caso, no obstante, estamos ante un objetivo con un precio acorde con el rendimiento que depara.
2. Distancia focal
La unidad cuenta con un intervalo focal clásico, comprendido entre 70 y 300 mm. En muchas ocasiones, una lente así es la primera que se adquiere para complementar a la intermedia que suele venir en forma de kit al comprar una cámara. Es lógico, no sólo por el gran alcance que proporciona un zoom de este tipo, sino por su interesante amplitud.
El dispositivo es para sensores full frame, de modo que en los pequeños hay que aplicar un factor de recorte, que arroja una distancia de 112 a 480 mm. Con independencia de un sensor u otro, resulta muy práctico para fotografía deportiva, de naturaleza -sobre todo de animales- y para retratos, una modalidad donde los teleobjetivos dan buenos resultados.
3. Diafragma y estabilizador de imagen
La apertura máxima no es fija, difiere dependiendo de la distancia. Es de f/4 a 70 mm y aporta una menor luminosidad a 300 mm, focal en la que el diafragma abre hasta f/5.6.
Un elemento especialmente logrado es el mecanismo de reducción de la vibración, que entrega 4 pasos de estabilización. Es útil para tomas nocturnas y con poca luz y, asimismo, para disparos en el extremo largo. De hecho, en distancias en torno a 300 mm la nitidez se resentiría sin un sistema de aminoración de la trepidación.
Otro factor a tener en cuenta, en cualquier lente, es el bokeh. Este término define la calidad de las áreas desenfocadas, que está determinada, en buena medida, por el número de láminas que tenga el diafragma y por la forma de las mismas. El EF 70-300mm II dispone de 9 hojas circulares y brinda un resultado agradable.
4. Diseño y construcción
El anillo de enfoque es bastante ancho y está ubicado en la zona exterior. La parte media la ocupa el anillo de zoom y los botones se sitúan cerca de la montura. Existe un interruptor para activar el estabilizador de imagen, otro para elegir el tipo de enfoque y un tercero -denominado mode– para controlar la pantalla digital. Además, hay un mando de bloqueo a 70 mm, del que carece el Tamron SP AF 70-300mm, que evita los movimientos involuntarios del cañón cuando la cámara está girada hacia abajo.
El elegante diseño del producto está mucho más depurado que el de su predecesor. Se notan los años de diferencia entre uno y otro. Particularmente, destaca su novedosa pantalla. Dependiendo del modo en el que se encuentre, nos informa de la distancia de enfoque y apertura, de la focal o de la vibración de la cámara en dos ejes.
La construcción es notable, aunque sin detalles propios de la serie L, como el sellado contra la intemperie. En cuanto a las dimensiones de la unidad, señalar que son prácticamente iguales a las del SP AF 70-300mm, sin embargo, su peso es unos 50 gramos inferior. Los teleobjetivos no se distinguen por ser ligeros, pero se agradece que el modelo analizado esté bien contenido en este punto.
5. Enfoque
El motor de autoenfoque es un Nano USM, un mecanismo superior al STM integrado por Canon en algunos de sus productos. Es un sistema muy rápido y preciso, aparte de silencioso. Apenas se escucha al accionarse, una cualidad que lo convierte en una herramienta idónea para grabar vídeos.
El enfoque es interno, de modo que no existen problemas a la hora de emplear polarizadores. El diámetro que deben tener los filtros que se le incorporen es de 67 mm. Por otro lado, indicar que la distancia mínima de enfoque es de 1,2 metros. Este valor, sumado a una ampliación máxima de 0,25, permite realizar macrofotografías, aunque de manera puntual. Su utilidad para esta modalidad, lógicamente, no es la de un dispositivo específico.
6. Calidad gráfica
La óptica, compuesta por 12 grupos y 17 elementos, proporciona una óptima nitidez. A 70 mm el nivel es alto en el centro hasta f/16, apertura en la que se nota un descenso, y en f/32 la bajada es mucho más acusada. En los laterales las cosas no son distintas a f/32, mientras que en f/4, f/16 y f/22 la nitidez es inferior en relación a otras aperturas. Es entre f/5.6 y f/11 donde se obtiene el mayor equilibrio. En el extremo largo, f/32 sigue sin ser el ajuste ideal para lograr un buen rendimiento, ni en el centro ni en los laterales. El mejor resultado se alcanza, globalmente, a f/16.
La distorsión es levemente visible en los extremos focales. No obstante, se trata de un defecto que sufren más los grandes angulares. El viñeteado también se percibe a 70 y 300 mm, en este caso al abrir al máximo, ya sea a f/4 ó f/5.6. Sin embargo, la caída de luz tampoco resulta especialmente problemática.
La lente dispone de un elemento de dispersión ultrabaja (UD), que ayuda a reducir las aberraciones. En líneas generales, están bien controladas, fundamentalmente a distancias medias. Son más perceptibles a 300 mm y precisan de una corrección digital para su eliminación.
7. Accesorios
No viene con ningún extra. A diferencia de lo que sucede en productos de otros fabricantes, incluyendo a Tamron con el SP AF 70-300mm, en Canon es frecuente tener que comprar el parasol por separado. La marca debería replantearse suministrar este accesorio con todos sus objetivos. Al EF 70-300mm II le corresponde un parasol ET-74B.
Características
- Dimensiones: 14,5 x 8,0 cm.
- Diámetro de filtro: 67 mm.
- Peso: 710 g.
- Distancia focal: 70-300 mm.
- Apertura máxima: f/4-5.6.
- Apertura mínima: f/32-45.
- Láminas del diafragma: 9.
- Estabilizador de imagen: sí.
- Construcción del objetivo (elementos/grupos): 17/12.
- Ángulo de visión: 29°-6°50′, 19°30′-4°35′, 34°-8°15′.
- Motor para el autoenfoque: Nano USM.
- Distancia mínima de enfoque: 1,20 m.
- Ampliación máxima: 0,25 x.
Compatibilidades
Es compatible con todas las cámaras réflex de Canon, ya sean de formato completo o tengan sensores pequeños (APS-C). Las cámaras compactas EOS M requieren un adaptador EF-EOS M.
Opinión final

El teleobjetivo revisado es idóneo para aficionados exigentes. Aparte del rendimiento que brinda, tiene aspecto atractivo, conformado con una línea moderna e interesantes detalles como su pantalla digital. Lástima que Canon no haya incluido un parasol entre los accesorios. Éste es el único inconveniente que presenta el dispositivo.
Como principales ventajas de la unidad es preciso subrayar su amplio intervalo de distancias, su eficaz estabilizador de imagen para reducir la vibración y el nivel de su motor de autoenfoque, Nano USM. Asimismo, destaca la nitidez aportada por su óptica, tanto en el extremo focal corto como a 300 mm.