- Nitidez.
- Luminosidad.
- Estabilizador de imagen.
- Construcción y sellado climático.
- Motor de enfoque.
- Precio.
Review
1. Introducción
Canon tiene para sus cámaras sin espejo una terna de lentes de la serie L, con la que cubre todas las focales. La forman el RF 15-35mm F2.8 L IS USM, el RF 70-200mm F2.8L IS USM y el RF 24-70mm F2.8L IS USM revisado en este artículo. Este grupo de objetivos es excelente, de eso no hay duda. La cuestión está en que te los puedas permitir.
Las posibilidades que ofrece el RF 24-70mm F2.8L IS USM con su rango de zoom facilitan la amortización de su inversión. Está destinado, como cualquier producto de la serie L de Canon, a profesionales y aficionados avanzados. En calidad de imagen se sitúa algo por encima del EF 24-70mm f/2.8L II, aunque la principal diferencia entre ambos reside en que el RF 24-70mm F2.8L IS USM está estabilizado.
2. Distancia focal
Este objetivo es para cámaras de fotograma completo. En las que integran sensores APS-C, con la aplicación del factor de recorte de Canon de 1,6x, la focal resultante va de 38,4 a 112 mm. En todo caso, se puede considerar una lente de focal estándar. De hecho, las incluidas con cámaras en kit suelen tener rangos más o menos similares.
Tiene múltiples utilidades, algunas de ellas muy vinculadas al ámbito profesional, como fotoperiodismo o reportajes sociales. Sirve para paisajes y arquitectura, aunque algunos preferirán un súper gran angular. En retratos igualmente va muy bien y te permite obtener distintos encuadres con más rapidez que un objetivo fijo. Otra modalidad a la que se adecúa es el uso deportivo, especialmente en competiciones de interior donde es básico contar con una amplia apertura.

Canon EOS R | 24 mm, f/3.2, 1/125, ISO 4000 (Robert Montgomery)
3. Diafragma y estabilizador de imagen
El estabilizador proporciona 5 pasos, según Canon. En la práctica su eficacia se reduce, al menos, una parada, pero sigue siendo muy eficiente. Este mecanismo supone un importante plus en relación al EF 24-70mm f/2.8L II y debería ser un imprescindible en el próximo zoom de 24 a 70 mm que Canon lance para monturas EF, ya que lo integran sus competidores de Sigma y Tamron, aparte del Nikon de la misma distancia focal.
Gracias al estabilizador de imagen óptico aumenta, aún más, la luminosidad que ya de por sí brinda con su apertura máxima de f/2.8. Va muy bien para fotografías nocturnas, de interiores y, en general, en tomas con poca luz.
El diafragma es de 9 hojas, el mismo número que tienen las principales lentes de esta focal para cámaras con espejo. El número de láminas repercute en el bokeh, que también está condicionado por la apertura o la focal, entre otros factores.
En los círculos del bokeh, cuando amplías al máximo, se advierte algo de efecto cebolla en imágenes con mucho brillo. Se debe a los 3 elementos asféricos de su óptica, que reducen la distorsión y las aberraciones, pero, por contra, producen este efecto. No obstante, el resultado es más que satisfactorio para un zoom de este rango.
4. Diseño y construcción
El cañón dispone de tres anillos. El exterior regula la velocidad de obturación, la apertura o el ISO. Al girarlo suena un clic, que sirve de aviso. Si estás haciendo una fotografía viene bien, pero en grabaciones de vídeo es problemático. Canon da la posibilidad de eliminar este clic, mediante su servicio técnico con el correspondiente coste. En caso de que suponga un problema para ti, otra opción más sencilla y económica es regular los ajustes directamente desde la cámara, como se hace habitualmente.
Junto al anillo de control está el enfoque. Su anchura es buena y está correctamente amortiguado. Más hacia el interior se ubican un holgado zoom y, junto a la montura, los botones del enfoque y el estabilizador. Si te fijas en la imagen de más abajo, verás que el estriado es diferente en cada uno de los anillos para que puedas localizarlos por el tacto, cuando estés mirando por el visor. Al ser tres, sin esta distinción sería fácil confundirse.
Este RF 24-70mm F2.8L IS USM tiene un bonito diseño. El anillo rojo de la serie L siempre ayuda a ver un objetivo con mejores ojos. La construcción, cómo no, es de primera calidad, con sellado frente a inclemencias. En las imágenes promocionales de la web de Canon aparece un fotógrafo sumergido en un río, fotografiando un bote de remo deportivo, con la cámara a 10 o 15 centímetros del agua. Me da que la mayoría no haríamos esto y menos con una lente tan cara, pero queda claro que en Canon no les falta confianza en su sellado.
El producto dispone de revestimientos de flúor en el frontal y en la parte trasera. Lo que hacen estos recubrimientos, habituales en los modelos más recientes, es repeler la suciedad de la superficie y facilitar su limpieza.
Pese a estar destinado a cámaras sin espejo, este Canon tiene un peso y unas dimensiones considerables. Pesa justo 900 gramos, casi 100 gramos más que el EF 24-70mm f/2.8L II USM. Esto se debe no solo al estabilizador, sino a que en su óptica hay más vidrios. Por otro lado, señalar que los filtros que se le añadan deben tener un diámetro de 82 mm.
5. Enfoque
Utiliza un motor Nano USM, mediante el que proporciona un autoenfoque extremadamente rápido y aporta un gran rendimiento en cuanto a precisión. Además, es casi del todo silencioso, una buena noticia para los videógrafos. De hecho, pese al comentado problema con el ruido del clic del anillo de control, Canon ha buscado que sirva para la grabación de vídeos, logrando un enfoque que, aparte de silencioso, es suave.
Este no es un objetivo para fotografía macro, sin embargo, tanto su distancia mínima de enfoque como su aumento máximo no están nada mal. Enfoca a un mínimo de 38 centímetros como teleobjetivo. En la posición de gran angular esta distancia se reduce hasta 21 centímetros. La ampliación máxima de 0,30x se alcanza a 32 mm.

Canon EOS R | 70 mm, ƒ/13, 1/100, ISO 500 (Robert Montgomery)
6. Calidad gráfica
La óptica está compuesta por 21 elementos en 15 grupos. Integra 3 elementos asféricos y 3 vidrios UD. Asimismo, trae un recubrimiento denominado ASC (Air Sphere Coating) por Canon, que aminora de forma correcta las luces parásitas y el velo óptico. La lente produce unas bonitas estrellas solares a f/22 e incluso a f/16.

Canon EOS R | 24 mm, f/22, 1/10, ISO 100 (Robert Montgomery)
6.1 Nitidez
A 24 mm la nitidez central es sobresaliente. Tanto que apenas se nota mejoría cerrando el diafragma. En los bordes, aunque siempre son más suaves, el resultado también es muy bueno. No obstante, ahí sí que mejora a f/4 y, aún más, entre f/5.6 y f/8. La difracción se nota a f/22.
Los resultados no difieren demasiado a 35 mm y 50 mm, mientras que en el extremo largo la nitidez es menor, algo común en los objetivos con zoom. La nitidez central ahí sigue siendo buena a f/2.8, pero sí que se nota mejoría al cerrar a f/4. El punto dulce está entre f/5.6 y f/8, igualmente en el borde, donde la nitidez es menor a f/2.8 y f/4. El resultado se resiente a f/16 por la difracción y especialmente a f/22.

Canon EOS R | 43 mm, f/10, 1/320, ISO 100 (Robert Montgomery)
En la nitidez está uno de los puntos fuertes de este producto. Aparte del gran rendimiento que ofrece en el centro, los resultados en las esquinas son buenos, un aspecto donde, por ejemplo, flaquean el Sigma 24-70mm F2.8 Art y el Tamron SP 24-70mm F/2.8 Di VC USD G2.
6.2 Distorsión
En la posición de gran angular existe la distorsión de barril típica de esta focal. Es perceptible, pero no fuerte. A 35 mm no se aprecia distorsión alguna y a 50 mm existe una distorsión de cojín, pero no es fácil de ver. Es un poco mayor, aunque no mucho, a 70 mm.
6.3 Viñeteado
Se produce un viñeteado fuerte a 24 mm, con la lente abierta de par en par. La caída de la luz va disminuyendo a medida que aumenta la focal y a 70 mm es realmente mínima. Se trata de un defecto fácil de corregir, que incluso puede resultar agradable por ejemplo en retratos, puesto que ayuda a focalizar la atención hacia el centro de la imagen. No obstante, depende del tipo de fotografía y de las preferencias de cada uno.
6.4 Aberraciones
Las aberraciones laterales son moderadas. Son más visibles a 24 mm que a otras distancias. A 35 mm son imperceptibles y a 50 mm inexistentes. Aumentan un poco a 70 mm, pero siguen siendo más reducidas que en el extremo corto. Es posible aminorarlas con la aplicación del perfil de la lente, durante el procesado con Camera Raw o Lightroom.
En algunas imágenes se aprecian aberraciones longitudinales, pero tampoco son problemáticas.
7. Accesorios
Viene con un parasol EW-88E y una bolsa para su almacenamiento, no para trasporte, pues únicamente ofrece protección en la base.
Características
- Dimensiones: 8,8 x 12,5 cm.
- Diámetro de filtro: 82 mm.
- Peso: 900 g.
- Distancia focal: 24-70 mm.
- Apertura máxima: f/2.8.
- Apertura mínima: f/22.
- Láminas del diafragma: 9.
- Estabilizador de imagen: sí (5 pasos).
- Construcción del objetivo (elementos/grupos): 21/15.
- Ángulo de visión (horizontal, vertical, diagonal): 74°-29°, 53°-19°30′, 84°-34°.
- Motor para el autoenfoque: Nano USM.
- Distancia mínima de enfoque: 0,38 m.
- Ampliación máxima: 0,30 x.
Compatibilidades
Está destinado a cámaras Canon sin espejo EOS R. Asimismo, brinda compatibilidad total con cámaras EF y EF-S, mediante adaptadores.
Opinión final

Este es uno de los mejores objetivos de Canon, no solo para cámaras sin espejo, sino en líneas generales y eso no es cualquier cosa. Cuenta con una muy buena óptica, es sólido y dispone de un estabilizador de imagen del que carece el EF 24-70mm f/2.8L II.
Algunos fotógrafos considerarán el peso de este producto como una desventaja. Aunque no es precisamente ligero, entra dentro de lo esperado para una lente de este nivel. Lo mismo cabría decir del precio, pero con la diferencia de que este sí que es un inconveniente.
Entre las ventajas del RF 24-70mm F2.8L IS USM están su luminosidad, su estabilizador óptico de 5 paradas y su alta nitidez, sobre todo en el centro, incluso con el objetivo abierto del todo. Además, destaca por el rendimiento de su motor de enfoque y por una construcción de primera calidad, con sellado climático.