Menú

Tamron SP 24-70mm F/2.8 Di VC USD G2

4.5

Tamron SP 24-70mm F/2.8 Di VC USD G2

Nuestra valoración
Nota: 4,5 / 5
Ventajas
  • Equilibrio entre precio y rendimiento.
  • Apertura máxima a f/2.8.
  • Estabilizador con 5 pasos teóricos.
  • Construcción y sellado.
  • Motor de enfoque.
Desventajas
  • Nitidez en los bordes.

Review

1. Introducción

La segunda generación del zoom estándar de 24 a 70 mm de Tamron presenta un diseño bastante renovado y una construcción mejorada, pero su rendimiento óptico es similar al de la primera. El SP 24-70mm F/2.8 G2 es bastante más económico que sus competidores de primeras marcas, el Canon EF 24-70mm f/2.8L II y el Nikon AF-S 24-70mm f/2.8E VR. Incluso cuesta menos que el Sigma 24-70mm F2.8 Art, que es su principal rival.

Pese a su ajustado precio requiere una importante inversión, ya que se trata de un producto de gama alta del que se esperan unas prestaciones a la altura. Y el objetivo cumple con los estándares de luminosidad y solidez, aparte de proporcionar un eficiente estabilizador. A lo largo de esta revisión se van desgranando sus fortalezas y debilidades con detalle.

Ciudad nevada

Nikon D850 | 35 mm, f/11, 25, ISO 250

2. Distancia focal

Esta lente para fotograma completo aporta un ángulo de 84 grados a 24 mm y de 34,2 grados en el extremo largo. Cubre un rango medio, que abarca desde la posición de gran angular a la de tele corto. En cámaras APS-C, aplicando el factor de recorte, la distancia resultante en Canon está comprendida entre 38,4 y 112 mm, mientras que en Nikon va de 36 a 105 mm.

La gran versatilidad de este zoom ayuda bastante a amortizar la inversión que requiere. Es idóneo para fotoperiodismo, deportes de interior, bodas y otros eventos sociales. Tampoco va nada mal para arquitectura y paisajes. Cuando se utiliza en tomas nocturnas, tanto su luminosidad como su estabilizador de imagen ayudan mucho a conseguir buenos resultados.

3. Diafragma y estabilizador de imagen

Una de las características que lleva a muchos fotógrafos a apostar por un objetivo de esta focal es su apertura constante a f/2.8. En este Tamron otro plus está en su estabilizador de imagen, que ofrece 5 paradas teóricas, aunque en la práctica depende de cada situación y la eficacia suele ser menor, como ocurre en todas las lentes estabilizadas.

El sistema de compensación de vibraciones es más eficiente que el integrado por el Sigma 24-70mm F2.8 Art. La distancia entre uno y otro no es excesiva, sin embargo, es algo a tener en cuenta tratándose de productos tan similares. Este mecanismo de estabilización, además, es la principal ventaja técnica del Tamron -y del Sigma- con respecto al Canon EF 24-70mm f/2.8L II, que no está estabilizado.

Atardecer junto a un lago

Canon EOS 6D Mark II | 24 mm, f/7.1, 1/160, ISO 500

El bokeh es bastante bueno para su rango de zoom. Hay que tener en cuenta que el resultado no solo depende del número de palas -9 en este objetivo-, sino de la profundidad de campo, entre otros aspectos. En las luces desenfocadas, si amplías mucho, puede advertirse algo de efecto cebolla, aunque nada fuera de la media. Los elementos asféricos aminoran la distorsión y las aberraciones, pero suelen repercutir negativamente en este punto.

Perro

Canon EOS R | 70 mm, f/2.8, 1/800, ISO 200

Pájaro

Nikon D810 | 70 mm, f/2.8, 1/80, ISO 64 (Lee)

4. Diseño y construcción

El anillo de zoom es cómodo de manejar. Pese a la reducción de su anchura en esta segunda versión, sigue teniendo un buen tamaño. Su acabado es de goma acanalada, al igual que el del anillo de enfoque, este sí bastante más estrecho. En el cañón hay un cuadro de escala de distancia y dos botones laterales, mediante los que se regulan el enfoque y la activación del estabilizador. También hay un interruptor de bloqueo de zoom. En una lente con este rango de distancia no me parece necesario este botón, pero si lo trae, mejor.

Lateral del Tamron SP 24-70mm F/2.8 G2

La construcción es excelente, aunque aquí sus competidores son ligeramente superiores, incluso el Sigma. Comparaciones aparte, los acabados son muy buenos y da la sensación de robustez. Combina elementos metálicos y de plástico, y cuenta con sellado frente a la humedad y un revestimiento de flúor en el frontal. Este recubrimiento, aparte de facilitar la limpieza, repele las partículas de polvo y las gotas de agua.

El peso ha aumentado en torno a 75 gramos en esta segunda versión. Ahora está en unos 900 gramos -varía ligeramente entre las versiones de Canon y Nikon-, lo cual significa que está bastante bien contenido, si lo comparamos con otros objetivos del mismo rango. El Sigma 24-70mm F2.8 Art pesa 1.020 gramos y el Nikon AF-S 24-70mm f/2.8E VR 1.070 gramos. El más ligero en este intervalo focal es el Canon EF 24-70mm f/2.8L II con sus 805 gramos, sin duda favorecido por el hecho de no integrar un estabilizador de imagen.

Los filtros que se le incorporen al SP 24-70mm F/2.8 G2 deben tener un diámetro de 82 mm. Admite filtros polarizadores y de densidad neutra, ya que su enfoque es interno.

5. Enfoque

Integra el motor de enfoque USD (Ultrasonic Silent Drive) de Tamron, que es el mecanismo utilizado por los mejores productos de la marca. Brinda una buena velocidad de enfoque y una precisión consistente en la mayoría de las ocasiones. Además, es casi del todo silencioso, de modo que permite la grabación de vídeos. Asimismo, cuenta con anulación manual instantánea con el autoenfoque seleccionado.

Sin ser macro da un estimable rendimiento para este tipo de fotografías, más que nada por su distancia mínima de enfoque de 38 centímetros. El factor de ampliación máximo es de 0,20.

6. Calidad gráfica

La óptica está compuesta por 17 elementos en 12 grupos, una construcción algo menos compleja que la del Sigma del mismo rango. Incorpora recubrimientos eBAND y BBAR, mediante los que controla bien los destellos y es particularmente resistente a las imágenes fantasma.

6.1 Nitidez

A 24 mm y f/2.8 ofrece una buena nitidez en el centro, pero las esquinas son suaves. En esa apertura los bordes suelen estar fuera del foco, aunque no siempre. Es el caso, por ejemplo, de tomas de arquitectura en entornos con poca luz, donde necesitas exprimir toda la luminosidad de la lente. Si puedes bajar a f/4 se resuelve el inconveniente.

Disneyland París

Nikon D810 | 24 mm, f/2.8, 1/30, ISO 160 (Lee)

La nitidez con la lente abierta de par en par disminuye algo a 50 mm y aún más a 70 mm, tanto en el centro como en los bordes. La mejora es significativa cerrando a f/4 y sobre todo al entrar en el punto dulce, que está comprendido entre f/5.6 y f/8. Ahí el nivel es óptimo. En todas las distancias la difracción empieza a notarse a f/16 y es más acentuada a f/22.

Las esquinas son suaves en las focales medias y largas. El Sigma 24-70mm F2.8 Art proporciona un mejor rendimiento en los bordes del encuadre, excepto a 24 mm, mientras que el Tamron aporta una mayor nitidez en el centro, aunque a 70 mm el Sigma es mejor a f/2.8. A esa distancia se igualan mucho al bajar un par de pasos.

Paisaje

Canon EOS R | 70 mm, f/10, 1/100, ISO 320 (Nikolai)

6.2 Distorsión

La distorsión de barril a 24 mm es algo superior a la media y, en concreto, ligeramente más acusada que la del Sigma. Se modera en 35 mm, donde es ya de acerico aunque insignificante, y a partir de ahí va subiendo a medida que lo hace la distancia. A 70 mm se produce una distorsión poco visible. Ahí sí se sitúa dentro del promedio.

6.3 Viñeteado

Existe una notable caída de la luz a f/2.8, más acusada a 24 mm. Baja mucho al cerrar a f/4, pero es a f/5.6 donde el viñeteado es casi imperceptible. En cámaras con sensores APS-C este efecto siempre es más reducido. Al igual que la distorsión, el viñeteado se elimina rápidamente con la aplicación del perfil del objetivo durante el procesado de la imagen en Camera Raw o Lightroom.

6.4 Aberraciones

Las aberraciones laterales son bajas. Resultan más visibles a f/2.8 en los extremos del rango, sin llegar a ser preocupantes. A 50 mm son realmente mínimas. Estas aberraciones no dejan de ser un defecto propio de un zoom de este tipo y son sencillas de corregir.

Las aberraciones axiales -que son las que se producen fuera del plano de enfoque- siempre son más alarmantes, debido a lo difícil que resulta aminorarlas. Afortunadamente, están incluso mejor controladas que las laterales.

7. Accesorios

Viene con un parasol de plástico en forma de pétalo y una sencilla bolsa para su almacenamiento. Tamron vende por separado el dispositivo TAP-in Console, un accesorio que posibilita la conexión USB de la lente, y permite ajustar con precisión el enfoque y el estabilizador.

Características

  • Dimensiones: 8,8 x 11,1 cm.
  • Diámetro de filtro: 82 mm.
  • Peso (Canon): 905 g.
  • Peso (Nikon): 900 g.
  • Distancia focal: 24-70 mm.
  • Apertura máxima: f/2.8.
  • Apertura mínima: f/22.
  • Láminas del diafragma: 9.
  • Estabilizador de imagen: sí (5 pasos).
  • Construcción del objetivo (elementos/grupos): 17/12.
  • Ángulo de visión: 84°0′-34°2′.
  • Motor para el autoenfoque: USD.
  • Distancia mínima de enfoque: 0,38 m.
  • Ampliación máxima: 0,20 x.

Compatibilidades

Es compatible con cámaras Canon y Nikon que integren sensores full frame y APS-C.

Opinión final

4,5 estrellas

Aunque el Tamron SP 24-70mm F/2.8 G2 no es barato, presenta un precio muy ajustado. Es algo a tener en cuenta, pero no puedes elegir una lente de este tipo solo por lo que cuesta. En Tamron son más que conscientes de ello y han fabricado cuidadosamente este producto, que ofrece un buen rendimiento óptico y una construcción a la altura.

Si decides no apostar por Canon o Nikon para ahorrarte dinero, la duda está entre el Sigma 24-70mm F2.8 Art y este Tamron. Sintetizando lo expuesto en la reseña, comentar que el Sigma está ligeramente mejor construido, presenta una menor distorsión de barril en el extremo corto y es globalmente más nítido en los bordes. Tamron, por su parte, integra un estabilizador algo más eficiente, es más ligero, gana en nitidez central -excepto a 70 mm- y cuesta un poco menos.

La desventaja del Tamron está en la suavidad de los bordes del encuadre a f/2.8, que se acentúa entre 50 y 70 mm. Es el mismo contra que en el Sigma, aunque un poco mayor. Eso es lo que debes tener en cuenta. Si puedes subir el ISO en fotografías nocturnas para disparar a f/4 o incluso dentro del punto dulce, deja de ser un inconveniente. Lo mismo que si vas a dedicarlo a paisajes, una modalidad que requiere aperturas medias, o a retratos, donde las esquinas raramente están dentro del plano de enfoque.

Entre sus puntos fuertes hay dos que destacan especialmente: la luminosidad que aporta con su apertura máxima constante a f/2.8 y un precio incluso más asequible que el del Sigma. Esto último le diferencia de los competidores. Otras ventajas del objetivo están en su eficiente estabilizador de imagen, un mecanismo que no tiene el Canon; en una construcción sólida y sellada climáticamente; y en un motor de enfoque lo suficientemente bueno para una lente de estas características.