- Precio.
- Estabilizador de imagen.
- Aberraciones contenidas.
- Ligero y compacto.
- Montura de plástico.
- Limitada luminosidad.
Review
1. Introducción
Después de las buenas sensaciones que nos dejó el EF-M 11-22mm f/4-5.6, analizamos un nuevo objetivo para cámaras sin espejo Canon EOS M. De entrada, hay que decir que el EF-M 55-200mm f/4.5-6.3 IS está un paso por debajo, por aspectos como su montura de plástico. Se trata, no obstante, de una interesante opción para complementar la focal de la lente de kit y uso general que viene con las EOS M. Además, ocupa poco espacio y es un buen compañero de viaje.
2. Distancia focal
Cubre un amplio rango de 55 a 200 mm, que hace adecuado su uso para fotografía de naturaleza y vida silvestre, y retratos. La modalidad deportiva está más comprometida por la velocidad media del motor de enfoque.
Las cámaras EOS M integran sensores APS-C, de modo que la focal equivale a un intervalo de 88 a 320 mm en full frame.
3. Diafragma y estabilizador de imagen
No destaca por su luminosidad, justo la única pega que le pusimos al EF-M 11-22mm f/4-5.6. En este caso la apertura también varía dependiendo de la distancia focal. De f/4.5 en 55 mm baja a f/6.3 en el extremo largo. Afortunadamente, cuenta con un estabilizador de imagen de 3,5 paradas, muy útil para tomas en entornos con poca luz y a medida que te aproximas a 200 mm. Igualmente ayuda a mantener a raya la trepidación el reducido peso del producto.
El diafragma consta de 7 hojas de apertura redondeada. El bokeh, término que define la calidad de las áreas desenfocadas, es correcto.
4. Diseño y construcción
El anillo de zoom está situado en la zona central del cañón. En el extremo se ubica un anillo de enfoque bastante estrecho y sin paradas bruscas en los extremos. Los anillos tienen un acabado estriado en forma de diamante y son los únicos controles que hay en el cuerpo del objetivo, pues no existen interruptores. Los ajustes se aplican desde el menú de la cámara.
El EF-M 55-200mm f/4.5-6.3 IS presenta un agradable diseño minimalista, con dos acabados distintos en negro y plata. Su cubierta está construida con plástico, una práctica habitual incluso en modelos más caros para aligerar. La sorpresa negativa es que la montura también es de plástico, sin la resistencia del metal.
Con un peso de solo 260 gramos resulta realmente ligero, especialmente para un tele. De hecho, su peso podría ser el de una lente fija para cámaras réflex. La compacidad es igualmente máxima. Por otro lado, señalar que el elemento frontal no gira, de modo que se le pueden agregar filtros de densidad neutra y polarizadores. Su diámetro debe ser de 52 mm, un valor bastante reducido que repercute positivamente en el ahorro.
5. Enfoque
Integra un motor de enfoque STM, cuyo funcionamiento es preciso y silencioso. No es el mecanismo más rápido y está limitado a la hora de fotografiar sujetos en movimiento y, en concreto, para deportes, como comentaba anteriormente.
Se puede enfocar en manual en cualquier momento, con solo girar su correspondiente anillo. Esto me parece particularmente importante, teniendo en cuenta que el cañón no dispone de un interruptor para cambiar el tipo de enfoque rápidamente con un simple clic. Esta configuración se debe realizar desde la cámara y conviene mantener activado el autoenfoque si la opción manual solo se utiliza puntualmente.
El dispositivo es capaz de enfocar a una distancia mínima de 1 metro. El aumento máximo es de 0,21 a 200 mm. Son valores discretos que indico a modo de referencia, ya que no estamos ante un producto para macrofotografía.
6. Calidad gráfica
La óptica contiene 17 elementos en 11 grupos. Aminora de forma adecuada tanto los destellos como los fantasmas.
6.1 Nitidez
La nitidez no es sobresaliente, pero sí buena. Es mejor en el centro que en los bordes, donde se resiente sobre todo al abrir al máximo. En ese punto la nitidez central es de un buen nivel a f/4.5 en 55 mm, y algo inferior a f/6.3 en 200 mm.
6.2 Distorsión y viñeteado
Se aprecia una contenida distorsión de barril a 55 mm. Cambia a acerico a 100 mm y va subiendo hasta 200 mm. Es un defecto fácil de eliminar, al igual que el viñeteado, perceptible al abrir del todo, como sucede, en mayor o menor medida, en cualquier objetivo. Esta caída de la luz se reduce mucho bajando una parada y se elimina con dos. De todas formas, las EOS M dan la opción de corregirla automáticamente.
6.3 Aberraciones
Las aberraciones cromáticas laterales son leves. Aumentan algo en el extremo largo. En cuanto a las longitudinales, que son las que se producen delante o detrás del plano de enfoque, pueden ser visibles cuando se abre la lente del todo, sin embargo, también son bajas.
7. Accesorios
No incluye parasol. Le corresponde el Canon ET-54B.
Características
- Dimensiones: 6,0 x 8,6 cm.
- Diámetro de filtro: 52 mm.
- Peso: 260 g.
- Distancia focal: 55-200 mm.
- Apertura máxima: f/4.5-6.3.
- Apertura mínima: f/22-32.
- Láminas del diafragma: 7.
- Estabilizador de imagen: sí (3,5 pasos).
- Construcción del objetivo (elementos/grupos): 17/11.
- Ángulo de visión: 23°20′-6°30′, 15°40′-4°20′, 27°50′-7°50′.
- Motor para el autoenfoque: STM.
- Distancia mínima de enfoque: 1,00 m.
- Ampliación máxima: 0,21 x.
Compatibilidades
Es compatible con las cámaras Canon EOS M.
Opinión final

Complementa al objetivo de kit de las EOS M, ampliando su rango focal en distancias no tan específicas como las cubiertas por el súper gran angular EF-M 11-22mm f/4-5.6. Tiene como desventaja su apertura máxima, que a 55 mm no está mal con f/4.5, pero es limitada a 200 mm al estar el tope en f/6.3. Además, hubiese sido preferible que la montura fuese de metal, en vez de plástico.
Entre sus puntos fuertes figuran su buen precio de venta, su estabilizador de imagen de 3,5 pasos para compensar la falta de luminosidad y un buen control de las aberraciones cromáticas, especialmente de las laterales. Destaca, asimismo, por su compacidad y por un peso muy reducido, dos aspectos que hacen que esta lente sea cómoda de utilizar y fácil de transportar.