- Equilibrio entre coste y prestaciones.
- Estabilizador de imagen.
- Buena construcción.
- Excelente compacidad y ligereza.
- Discreta luminosidad.
Review
1. Introducción
El EF-M 11-22mm está destinado a cámaras sin espejo de la serie EOS M de Canon. Es una opción económica, en la línea del Canon EF-S 10-18mm, que aporta una distancia focal ideal para paisajes y para arquitectura, no sólo en exteriores, sino en interiores. Es, por tanto, idóneo en fotografía para inmobiliarias.
2. Distancia focal
La focal del objetivo, de 11 a 22 mm en sensores APS-C, es bastante similar a la entregada por el Canon EF-S 10-22mm y superior al rango ofrecido por el EF-S 10-18mm. Permite abarcar un ángulo muy holgado. Su longitud equivalente en 35 mm (cámaras de formato completo) es de 18 a 35 mm.
3. Diafragma y estabilizador de imagen
El producto cuenta con un mecanismo de estabilización de imagen, de 3 pasos, que reduce la trepidación. La integración de este sistema es poco frecuente en los ultra grandes angulares y compensa el hecho de que la lente no disponga de una apertura especialmente destacada. A 11 mm el valor máximo es de f/4, mientras que a 22 mm la luminosidad es inferior, al situarse en f/5.6. Tampoco viene nada mal, para evitar la trepidación, que el dispositivo sea tan liviano.
El diafragma es circular y consta de 7 láminas. Con esta composición depara un bokeh normal. De todas formas, es una característica casi irrelevante en esta unidad, porque con ángulos de visión tan amplios como los que proporciona todo suele estar dentro del foco.
4. Diseño y construcción
Los anillos, en vez del habitual acabado acanalado, están rematados con una maya igualmente destinada a aumentar el agarre. El anillo de zoom gira suavemente, pero es muy estrecho y no tiene topes en los extremos. Es obvio que al diseñarlo no han previsto que se le vaya a dar demasiado uso. Por otra parte, hay un único interruptor, que sirve para bloquear el zoom a 11 mm y demuestra que Canon se ha tomado en serio la portabilidad. Tanto el control del estabilizador como la selección del enfoque se realizan desde el menú de la cámara. Con respecto al enfoque, añadir que es posible optar por la modalidad manual, en cualquier momento, sin desactivar el autoenfoque.
El objetivo está conformado con una línea moderna y presenta una sólida construcción, con montura de metal. Se trata de aspectos particularmente bien cuidados. Asimismo, es realmente manejable y fácil de transportar, gracias a sus pequeñas dimensiones. Ahí supera con cierta holgura al ya de por sí compacto Canon EF-S 10-18mm y pesa 20 gramos menos, concretamente, 220.
Su diámetro de filtro es de sólo 55 mm. Al reducirse este valor lo hace proporcionalmente el precio, así es que es una buena noticia. Además, el elemento frontal no gira y no existen problemas con el empleo de polarizadores.
5. Enfoque
La unidad dispone de un motor de autoenfoque, paso a paso, STM. El mecanismo es preciso y bastante rápido, aparte de casi totalmente silencioso e idóneo para vídeos. En grabaciones también resulta útil el estabilizador dinámico integrado por el dispositivo.
La ampliación máxima y la distancia mínima de enfoque, como siempre comentamos al analizar grandes angulares de este tipo, no son características relevantes fuera del ámbito de la macrofotografía. Aún así y todo, el factor de ampliación llega a 0,30 y el producto permite enfocar a 15 centímetros, unos datos sorprendentes.
6. Calidad gráfica
El esquema óptico lo materializan 9 grupos y 12 elementos, entre los que figuran dos lentes asféricas y una UD. Para optimizar el contraste y evitar luces parásitas, Canon ha utilizado un revestimiento Súper Spectra.
La nitidez es muy estimable en la zona central y en las esquinas. A 11 mm el nivel baja en el centro a f/22 -debido a la difracción-, mientras que en los laterales esta disminución se produce antes, a f/16. Ocurre lo mismo a 22 mm.
La distorsión es acusada a 11 mm, una circunstancia previsible en una distancia focal que depara tanto ángulo. Sin embargo, es insignificante en el intervalo que va de 14 a 22 mm y nula a 17 mm.
El viñeteado se nota a 11 mm, al abrir del todo el diafragma (f/4). No es nada fuera de lo usual, pues la caída de luz en las esquinas la encontramos en lentes mucho más caras. En cuanto a las aberraciones, subrayar que están adecuadamente controladas y no constituyen un problema. Los defectos ópticos se pueden aminorar sustancialmente en cámaras con autocorrección automática, al disparar en JPEG, o en la edición posterior de las imágenes, si se opta por el formato RAW.
7. Accesorios
Viene sin parasol, como es habitual en los objetivos de Canon con un rango de precios similar. Lástima que el fabricante no incluya este accesorio y haya que comprarlo aparte. El parasol que le corresponde es el EW-60E y, por suerte, no cuesta demasiado.
Características
- Dimensiones: 6,0 x 5,8 cm.
- Diámetro de filtro: 55 mm.
- Peso: 220 g.
- Distancia focal: 11-22 mm.
- Apertura máxima: f/4-5.6.
- Apertura mínima: f/22-32.
- Láminas del diafragma: 7.
- Estabilizador de imagen: sí (3 pasos).
- Construcción del objetivo (elementos/grupos): 12/9.
- Ángulo de visión (horizontal, vertical, diagonal): 91°50′–54°30′, 68°55′–37°50′, 102°10′–63°30′.
- Motor para el autoenfoque: STM.
- Distancia mínima de enfoque: 0,15 m.
- Ampliación máxima: 0,30 x.
Compatibilidades
Es válido para cámaras Canon EOS M.
Opinión final

Con el EF-M 11-22mm, Canon ha logrado una completa lente, muy interesante dentro de la serie EOS M a la que va destinada. Carece de defectos especialmente significativos, si bien no despunta por su luminosidad. Su apertura máxima es variable y baja a f/5.6 en el extremo largo.
La unidad destaca por su notable construcción; su inusual sistema de reducción de la vibración, que aporta 3 pasos de estabilización; y por un coste razonable para el nivel que ofrece. Además, marca las diferencias por ser liviana y por unas dimensiones verdaderamente contenidas.