- Sobresaliente calidad de imagen.
- Alta nitidez.
- Muy luminoso.
- Espectacular bokeh.
- Tamaño reducido.
- No tiene estabilizador de imagen.
Review
1. Introducción
El 85mm f/1.4G es un objetivo profesional de alcance medio, con el que pueden lograrse unas imágenes preciosas. Supera en prestaciones a su hermano menor, el Nikon 85mm f/1.8G, pero lógicamente es más caro. Sus dos grandes ventajas con respecto al 85mm f/1.8G proceden de una apertura algo mayor y de un mejor bokeh.
2. Distancia focal
Está destinado para fotografía de retratos, ya sea en estudio o en exteriores. En esta modalidad lo habitual es tener libertad de movimientos y un zoom no es tan importante, de ahí que las ópticas fijas sean bienvenidas por la calidad gráfica que dan. Este producto aporta una distancia de 85 mm en cámaras de formato completo, Nikon FX. Si se utiliza con las DX, de sensores pequeños, hay que aplicar un factor de conversión que depara un valor de 127,5 mm.
3. Diafragma y estabilizador de imagen
Con su máxima apertura de f/1.4 proporciona una excelente luminosidad. El hecho de poder abrir tanto viene muy bien en situaciones con escasa luz ambiental. Por contra, el dispositivo no integra un sistema de reducción de la vibración, que no habría estado de más.
La calidad del desenfoque depende de diversos factores. Entre los de mayor relevancia están el número de palas del diafragma y la forma que tengan. El Nikon analizado cuenta con 9 láminas redondeadas, 2 más que el 85mm f/1.8G, cuyo bokeh es realmente bueno. El resultado en este modelo es magnífico.
4. Diseño y construcción
En la zona delantera se sitúa el anillo de enfoque, que es lo suficientemente ancho para un adecuado manejo y está cubierto de goma estriada. El selector de enfoque, por su parte, consta de las opciones manual (M) y autoenfoque (M/A). La segunda modalidad contiene la sigla M -junto a la A-, porque en cualquier momento se puede enfocar en manual girando el anillo, sin necesidad de cambiar la posición del botón. En el cuerpo del producto, asimismo, hay un cuadro de información de la distancia.
En el extremo de la lente se ubica el anillo dorado que distingue a los Nikon de gama alta. La construcción de esta unidad es sólida, pero el objetivo carece de sellado contra la intemperie, supongo que por estar dedicado a retratos, que rara vez se hacen bajo la lluvia. Sí que cuenta, al menos, con una junta de goma en la montura, mediante la que brinda protección frente al polvo.
El diámetro del filtro es de 77 mm, una amplitud propia de un modelo de estas características. Como el enfoque es interno, no existen problemas con el uso de polarizadores. Por otro lado, señalar que el dispositivo no es tan ligero como el 85mm f/1.8G. De hecho, pesa unos 250 gramos más -la calidad va en consonancia con el peso-, sin embargo, tiene unas dimensiones de una estimable compacidad.
5. Enfoque
El sistema de autoenfoque empleado por Nikon para este producto está denominado por la marca como SWM (Motor Silent Wave). Se trata de un mecanismo que, si bien no es excesivamente rápido, entrega una buena velocidad. De todas formas, no estamos ante una herramienta para fotografía deportiva, sino para retratos, de manera que no lo considero un inconveniente. Además, el SWM, aparte de ser bastante silencioso, es muy preciso, una cualidad especialmente valiosa cuando se utiliza una apertura de f/1.4 o cercana a este valor.
El mínimo de distancia al que es capaz de enfocar es de 85 centímetros y la ampliación máxima de 0,12 aumentos. Obviamente, este Nikon 85mm f/1.4G no es una lente para macrofotografía, como constatan los anteriores datos.
6. Calidad gráfica
La unidad dispone de un revestimiento de nanocristal, que tiene la función de minimizar brillos e imágenes fantasma. Su óptica está estructurada mediante 10 elementos en 9 grupos.
Una de las fortalezas de este dispositivo es la nitidez que aporta. Su punto dulce está en f/5.6, en el centro, y entre f/5.6 y f/8, en los laterales. La nitidez disminuye en los extremos del diafragma, manteniendo, eso sí, un buen nivel. En las esquinas es menor a f/1.4 y, en general, por encima de f/2.8.
El viñeteado está presente en todos los objetivos que hemos analizado, al abrir al máximo. No me sorprende encontrarlo también en este modelo, donde empieza a ser prácticamente imperceptible a partir de f/2.8. La caída de la luz en las esquinas, a veces, resulta agradable. No obstante, se elimina automáticamente con el perfil de la lente, en aplicaciones como Lightroom o Photoshop. Tal vez quieras que no aparezca ese viñeteado en la imagen o, incluso, prefieras definirlo a tu gusto.
Las aberraciones están controladas y apenas son visibles. Lo mismo puede decirse de la distorsión, que es realmente difícil de apreciar. Este último aspecto está muy bien trabajado por Nikon. De todos modos, ambos defectos, al igual que el viñeteado, se corrigen con el correspondiente perfil, durante el proceso de edición digital.
7. Accesorios
Incluye los dos extras habituales: un parasol de bayoneta, denominado HB-55, y una bolsa.
Características
- Dimensiones: 8,6 x 8,4 cm.
- Diámetro de filtro: 77 mm.
- Peso: 595 g.
- Montura: AF-S.
- Distancia focal: 85 mm.
- Apertura máxima: f/1.4.
- Apertura mínima: f/16.
- Láminas del diafragma: 9.
- Estabilizador de imagen: no.
- Construcción del objetivo (elementos/grupos): 10/9.
- Ángulo de visión: 28°30′.
- Motor para el autoenfoque: SWM.
- Distancia mínima de enfoque: 0,85 m.
- Ampliación máxima: 0,12 x.
Compatibilidades
Es compatible tanto con cámaras FX, de formato completo, como con las Nikon DX, de sensores APS-C.
Opinión final

Si te apasiona hacer retratos, es una delicia trabajar con un objetivo así. No es precisamente barato, pero en fotografía lo bueno hay que pagarlo, sobre todo si hablamos de un producto profesional. Como alternativa económica está el 85mm f/1.8G, una opción inferior, aunque también eficiente. Ambas lentes tienen como desventaja la carencia de un estabilizador de imagen.
Entre las cualidades más destacadas de la unidad están el nivel gráfico que ofrece, su excelente nitidez y una apertura máxima de f/1.4, especialmente útil en entornos con poca luz. Además, resulta manejable, gracias a un tamaño bastante compacto, y proporciona unas zonas desenfocadas muy suaves y agradables.