- Precio.
- Luminosidad.
- Estabilizador de imagen.
- Enfoque ruidoso.
Review
1. Introducción
Tras examinar las prestaciones del Tamron SP AF 17-50mm F/2.8 Di II, ahora es el turno de su versión actualizada, denominada SP AF 17-50mm F/2.8 Di II VC. La principal diferencia con respecto a su predecesor está en la integración de un estabilizador de imagen, reseñado por las siglas VC. Por lo demás, son muy parecidos, si bien el objetivo analizado en este artículo es más pesado, voluminoso, ofrece un poco menos de nitidez y tiene un precio algo mayor. Los dos están destinados a cámaras con sensores APS-C y pertenecen a la serie Super Performance de Tamron.
2. Distancia focal
Este zoom funciona como gran angular y, asimismo, cubre una distancia media en su extremo largo. A 17 mm su ángulo es de 78 grados, mientras que a 55 mm baja a 31. Si te gusta jugar con la focal, en esta lente encontrarás una estimable versatilidad. Sirve para un uso general, pero especialmente para retratos, fotografía urbana y paisajes.
3. Diafragma y estabilizador de imagen
La unidad abre hasta f/2.8, proporcionando una luminosidad notable, ya que ese valor máximo es constante en todo el rango de distancias. Está complementado por un estabilizador triaxial para reducir la vibración, que brinda 4 paradas. De modo que, gracias a su apertura sumada a este mecanismo, depara un óptimo rendimiento en condiciones de poca luz.
El diafragma es circular, de 7 hojas. Aquí no hay cambios con respecto al Tamron SP AF 17-50mm F/2.8 Di II. El bokeh igualmente es satisfactorio.
4. Diseño y construcción
El anillo de zoom tiene una buena anchura, por contra, el de enfoque es estrecho. En bastantes productos los fabricantes apuestan más por el autoenfoque y sacrifican la anchura de este anillo en pos de una mayor compacidad. Por otra parte, señalar que hay una escala de distancia inscrita en la cubierta. Además, aunque el zoom no es excesivo, el dispositivo cuenta con un botón de bloqueo para evitar movimientos indeseados, un elemento que, si bien no es imprescindible, tampoco está de más. Completan los interruptores los correspondientes al tipo de enfoque y el estabilizador. No existe la posibilidad de enfoque manual a tiempo completo.
La calidad constructiva no es brillante, pero sí buena en relación al precio de venta. El cuerpo está construido en plástico y la montura en metal, sin sellado climático.
El objetivo pesa 130 gramos más que el Tamron SP AF 17-50mm F/2.8 Di II y su volumen es mayor, no solo por su sistema de reducción de la vibración, sino también por una óptica algo más compleja. No me resulta pesado ni tampoco aparatoso, no obstante, se pierde la ventaja de trabajar con un objetivo liviano a cambio, eso sí, de unas prestaciones algo mayores.
En esta versión mejorada, el diámetro de filtro aumenta de 67 a 72 mm. El enfoque sigue siendo interno, permitiendo el uso de polarizadores o filtros de densidad neutra.
5. Enfoque
El motor de enfoque es preciso y bastante rápido. Su punto débil -y el de la propia lente- está en el ruido que emite. No es, por tanto, idóneo para grabar vídeos, aunque se puede utilizar un micrófono externo para paliar este problema.
Este modelo no dispone de funcionalidades para macrofotografía. La distancia mínima a la que puede enfocar es de 29 centímetros y su ampliación máxima de 0,21 x.
6. Calidad gráfica
La óptica está conformada nada menos que por 19 elementos en 14 grupos. Su nitidez a f/2.8 va bien en la zona central, pero no tanto en las esquinas. El nivel es sensiblemente superior al bajar la apertura un punto, mientras que su mejor rendimiento lo alcanza en torno a f/8. En líneas generales, es más satisfactorio en el centro que en los bordes. A f/16 empieza ya a resentirse por la difracción. Como decía en la introducción, la opción sin VC es un poco más nítida.
Existe una distorsión de barril a 17 mm que se estabiliza a 24 mm y una pequeña deformación de cojín a 50 mm. Aquí se comporta de manera diferente al Tamron SP AF 17-50mm F/2.8 Di II, donde la distorsión de cojín empieza a apreciarse a 24 mm.
El viñeteado es perceptible al abrir el diafragma del todo. Esta caída de luz en las esquinas está dentro de la media y se reduce al cerrar un paso. Las aberraciones, por su parte, son visibles en algunos casos, pero están bien controladas. Esta última es una virtud que este modelo comparte con su antecesor.
7. Accesorios
Incluye un parasol en forma de pétalo. Viene sin bolsa de almacenaje.
Características
- Dimensiones: 7,9 x 9,4 cm.
- Diámetro de filtro: 72 mm.
- Peso: 570 g.
- Distancia focal: 17-50 mm.
- Apertura máxima: f/2.8.
- Apertura mínima: f/32.
- Láminas del diafragma: 7.
- Estabilizador de imagen: sí (4 pasos).
- Construcción del objetivo (elementos/grupos): 19/14.
- Ángulo de visión: 78°-31°.
- Distancia mínima de enfoque: 0,29 m.
- Ampliación máxima: 0,21 x.
Compatibilidades
Está destinado a cámaras con sensores APS-C de Canon y Nikon. No es compatible con las full frame.
Opinión final

A la pregunta de si este producto es más adecuado que el Tamron SP AF 17-50mm F/2.8 Di II la respuesta está en que depende, principalmente, de la importancia que tenga para ti contar con un estabilizador de imagen y de lo que te quieras gastar. La desventaja del objetivo revisado está en que Tamron no eliminara de su motor de enfoque el ruido presente en la versión anterior. Además, es un poco menos nítido y, aunque su nivel siga siendo destacado, no se entiende que en ese aspecto no esté a la altura de su predecesor.
Entre las ventajas de la lente figura su buena relación entre precio y calidad, uno de los puntos fuertes de Tamron. Otra de sus mejores cualidades procede de su apertura máxima de f/2.8, invariable en todo el rango focal. Y, por supuesto, hay que subrayar la utilidad de su mecanismo de estabilización de imagen, de 4 pasos.