Review
En el amplio abanico de flashes de bajo coste que existen actualmente en el mercado, se sitúa el Andoer AD-560II, que está provisto de un interesante número de guía 50, medido para un ISO 100.
La antorcha de la unidad proporciona luz suavizada por rebote, a partir de giro de -7 a 90 grados en vertical y de 270 en horizontal, con rotación de 180 grados a la izquierda y de 90 a la derecha. Además, integra un reflector y un panel difusor extraíbles con los que también modelar la iluminación. Sin embargo, el cabezal no dispone de zoom para acomodar el ángulo del haz, a la distancia focal.
Su comportamiento se regula con unos controles muy sencillos, dispuestos en dos niveles. Como se ve en la imagen de más abajo, en la fila superior contamos con cuatro mandos, para activar y desactivar los avisos sonoros, cambiar el modo y variar la intensidad. En la parte inferior se ubican los botones de disparo de prueba y de encendido / apagado, más un cursor central. La configuración se muestra en un espacio que emula a una pantalla LED, pero que se limita a una serie de indicadores luminosos -de brillo algo débil-, cuyo diseño puede crear confusión acerca de la preferencia que estemos empleando.
Aunque el dispositivo no albergue el modo TTL, al menos, nos permite precisar mucho la potencia de salida, merced a ocho niveles generales, comprendidos entre 1/1 y 1/128, y otros 29 niveles de ajustes finos. Por otra parte, el AD-560II trabaja de forma inalámbrica como esclavo, hasta un máximo de 10 a 15 metros. Incluye los modos S1 y S2, siendo este último el específico para utilizarlo junto a un maestro configurado en TTL, ya que no se activará con el predestello que efectúa este sistema para medir la luz.
La zona frontal del aparato trae un LED, cuya intensidad se varía en un total de ocho pasos. Como sucede con otros flashes que incorporan este tipo de luces, sus posibilidades son limitadas, si bien, puede servirnos para grabar vídeos en los que el sujeto no esté a demasiada distancia.
La construcción del modelo resulta muy estimable, especialmente en relación a su precio de venta. La tapa del compartimento de las pilas tiene un buen diseño y la unidad está equipada con zapata metálica, con rosca para el ajuste. También cuenta con puerto para PC Sync y con entrada para una fuente de alimentación externa, mediante la que mejorar sus 3 segundos de recarga, tras un disparo a la máxima potencia.
Adicionalmente, integra avisos sonoros, almacenamiento automático, sistema de ahorro de energía y protección contra sobrecalentamiento. El dispositivo viene acompañado en la caja, con una funda para su transporte, un pie para su uso como esclavo y un manual de instrucciones, únicamente en chino e inglés.
Características
- Dimensiones: 6,0 x 19,0 x 7,8 cm.
- Peso: 305 g.
- Número de guía: 50.
- Modos: manual.
- Maestro: no.
- Esclavo: sí.
- Cabezal giratorio: vertical (90°) y horizontal (270°).
- Cabezal zoom: no.
- Tiempo de reciclado: 3 segundos, con cuatro pilas alcalinas AA.
- Sincronización a alta velocidad: no.
Compatibilidades
Al funcionar exclusivamente en manual, el Andoer AD-560II es válido para todas las cámaras con zapata universal de Canon, Nikon, Olympus, Leica, Samsung, Fujifilm o Pentax.
Opinión final

Entre las principales desventajas de este flash figuran la ausencia de TTL y de un cabezal zoom motorizado. Precisamente, estas dos características las incorpora el Andoer AD-960II -a un precio ligeramente superior-, aparte del modo multi y una pantalla retroiluminada, pero carece de luz LED.
Como puntos a favor, apuntar su buena intensidad de salida, un óptimo tiempo de reciclaje, el giro de su cabezal y la inclusión del LED, que nos puede venir bien para algunos trabajos. Asimismo, hay que destacar la convincente calidad de sus acabados.