- Excelente rendimiento inalámbrico.
- Alta potencia.
- Buenos tiempos de reciclado.
- Sistema de enfriamiento.
- Sin modo TTL.
- Sólo sincroniza a alta velocidad como esclavo.
Review
La principal baza de este modelo de Cactus procede de sus grandes cualidades inalámbricas. Sustituye al RF60 y, aunque su diseño es el mismo, mejora aspectos como la velocidad de reciclaje, que se ha reducido a la mitad con alcalinas, e integra una innovadora tecnología de refrigeración.
La unidad proporciona una amplia potencia. Su número de guía es de 56, a ISO 100 y 105 mm, que es la máxima distancia focal cubierta por su zoom. El cabezal, por su parte, permite el suavizado del destello por rebote, al brindar una rotación vertical de -15 a 90 grados y de 270 grados en horizontal (180 grados a la izquierda y 90 a la derecha). Igualmente para el modelado de la iluminación, ofrece un difusor y un panel reflector retráctiles.
Cuando el RF60X está dispuesto en local -como denomina Cactus al funcionamiento no inalámbrico-, trabaja en multi y manual, pero no en TTL. La intensidad se regula en 22 pasos, entre 1/1 y 1/128, con intervalos de 1/3.
Como subrayaba al principio, la gran virtud de este dispositivo reside en sus posibilidades inalámbricas. Alcanza 100 metros por radiofrecuencia e incluye 16 canales. Además, para una mayor protección frente a interferencias externas cuenta con un ID específico, de 0 a 999. También aporta 4 grupos (A, B, C y D), identificables mediante alias para facilitar su reconocimiento.
Dispuesto como maestro controla a otros RF60X o RF60, y es compatible con el Cactus V6. Esto último posibilita la combinación de flashes de distintas marcas. En modo esclavo puede dispararse con el RF60, otro RF60X o con los transceptores V6, V6 II y V6 IIs. Desde todos estos modelos es posible establecer la potencia y el zoom. Una opción menos completa la constituye el V5, que no admite la aplicación de estos ajustes de forma remota.
Otra cualidad interesante de este Cactus es su sincronización a alta velocidad en disposición esclava, compatible con Canon, Nikon, Fuji, Olympus, Panasonic y Pentax con el empleo del V6 II, y con Sony utilizando el V6 IIs. Alternativamente, se activa desde otro RF60X, el RF60 y el V6, aunque en estos casos la sincronización no es automática, sino que debe hacerse manualmente.
La radiofrecuencia está complementada por un esclavo óptico, con función de retardo. En esta modalidad incorpora las preferencias S1 y S2.
Como verás en la imagen de más abajo, el producto tiene una pantalla con fondo negro, que muestra la información en azul cian. Entre los datos aportados por el LCD figura el nivel de batería, un útil indicador que siempre he echado de menos en mi Canon 580EX II. La estructuración de los controles es diferente a la de cualquier otro flash, con la obvia excepción del RF60. Se organizan en tres niveles, sin dial.
La calidad constructiva del RF60X resulta satisfactoria. Su zapata es metálica y se acopla a la cámara con una rueda. En cuanto a los terminales, señalar que carece de PC Sync, pero incluye un conector de 3,5 mm y un USB para renovar el firmware, protegidos por una cubierta común. Justo al lado hay una entrada lateral para trípode. En la parte frontal, bajo el sensor óptico, se ubica un puerto para fuente de alimentación externa.
La velocidad de reciclado no era uno de los puntos fuertes de la anterior versión. Por suerte, Cactus ha trabajado bien este aspecto, reduciendo los 5 segundos que tardaba en recargar con alcalinas el RF60 a sólo 2,5. La cifra baja aún más con el uso de recargables o de la batería Cactus EP-1, hasta 1,9 y 1,2 segundos, respectivamente. Otro dato a tener en consideración es la autonomía, de 100 disparos con alcalinas, 170 con NiMH y 340 con la citada batería externa.
El dispositivo entrega, entre otras funcionalidades adicionales, ahorro de energía, avisos sonoros y luz de ayuda al AF, que se articula a partir de un LED de 1 W y puede activarse con el aparato configurado como esclavo. Únicamente sincroniza a alta velocidad en esa disposición, no encima de la cámara. Por otro lado, indicar que la duración del destello va de 1/1.000 a 1/45.000 segundos.
Mención aparte merece el modo de enfriamiento de la unidad, que no la apaga si existe riesgo de sobrecalentamiento, sino que dilata el tiempo de reciclaje, hasta que disminuye la temperatura. Este método me parece especialmente práctico, pues es frustrante verse obligado a esperar cuando se enciende la protección térmica y tienes delante algo interesante.
El modelo viene acompañado por una funda, un buen soporte y un manual de instrucciones en inglés. Afortunadamente, el fabricante proporciona en PDF un manual en español, desde su web oficial.
Características
- Dimensiones: 6,1 x 20,5 x 8,3 cm.
- Peso: 395 g.
- Número de guía: 56.
- Modos: manual y multi.
- Maestro: radiofrecuencia.
- Esclavo: radiofrecuencia y óptico.
- Cabezal giratorio: vertical (-15 a 90°) y horizontal (270°).
- Cabezal zoom: 24 a 105 mm.
- Tiempo de reciclado: 1,9 segundos, con cuatro pilas recargables AA.
- Sincronización a alta velocidad: no.
Compatibilidades
Al funcionar sólo en manual -sin TTL- se reducen al mínimo los problemas de compatibilidad, siendo válido para cualquier zapata universal de Canon, Nikon, Pentax, Olympus, Sigma o Fujifilm.
Opinión final

Es sorprendente lo que puede hacer este producto a nivel inalámbrico. Cactus marca las diferencias en este terreno y sabe bien que es el principal ámbito al que va destinada la unidad. Tal vez por eso sólo incorpore, aparte de multi, la modalidad manual, que personalmente considero idónea en esquemas con varios flashes a la vez. De todas formas, no por ello la carencia de TTL deja de ser uno de sus inconvenientes. Otro contra está en que sólo sincronice a alta velocidad como esclavo.
Como puntos a favor están su elevada potencia, su rapidez reciclando y su innovador sistema de refrigeración, que no requiere la desactivación del dispositivo. Y, por supuesto, destaca por ser inalámbricamente muy completo, especialmente en combinación con el V6 II o V6 IIs.