- Precio muy económico.
- Alta calidad de imagen.
- Apertura máxima de diafragma de f/1.8.
- Ligero y pequeño.
- Autoenfoque algo mejorable.
Review
1. Introducción
Este popular objetivo incluye unas cuantas mejoras con respecto a su predecesor, el EF 50 mm f/1.8 II. Cuesta menos de la mitad que el más luminoso EF 50 mm f/1.4, mientras que la diferencia de precio es abismal en comparación con el RF 50mm f/1.2L, destinado al ámbito profesional.
El Canon EF 50mm f/1.8 es una opción ideal para retratos, también adecuada para otras modalidades, como paisajes o fotografía urbana. Además, gracias a su apertura ofrece un buen rendimiento en entornos con poca luz y destaca por la gran relación entre coste y calidad que brinda.
2. Distancia focal
A los 50 mm proporcionados por esta unidad los resultados son muy naturales, porque se asemejan a la visión humana. Otra ventaja de esta lente procede de su óptica fija, más sencilla que la de un todoterreno. Obviamente, su versatilidad es menor. Al no disponer de zoom eres tú el que debe moverse para buscar el encuadre perfecto, pero a cambio obtienes un mayor nivel gráfico.
3. Diafragma y estabilizador de imagen
No tiene estabilizador de imagen, sin embargo, compensa esta carencia con una gran luminosidad, ya que su diafragma abre hasta un máximo de f/1.8. Esto constituye una importante ayuda en tomas nocturnas, interiores y, en general, en situaciones donde escasea la luz ambiente.
El bokeh se ha depurado en esta versión, al aumentar el número de láminas de 5 a 7 y cambiar su forma de poligonal a redondeada. El resultado es mejor, fruto de unas áreas desenfocadas más agradables que las aportadas por el EF 50 mm f/1.8 II.
4. Diseño y construcción
El anillo de enfoque es estrecho y tiene un acabado de goma estriada. Está ubicado en la zona exterior del cuerpo de la lente. En la parte interior se sitúa un interruptor deslizante, que permite variar el enfoque entre manual y automático.
La calidad del producto no es sobresaliente, pero sí buena. Su montura está construida en metal, una significativa mejora frente al plástico utilizado para el EF 50 mm f/1.8 II. Es muy pequeño y sólo pesa unos 160 gramos, dos características que se agradecen respecto a cualquier todoterreno. Cansa muchísimo menos en reportajes largos y apenas ocupa espacio en la mochila.
El diámetro del filtro es reducido, en concreto, de 49 mm. Este valor no está nada mal, teniendo en cuenta que el precio de los filtros va en consonancia con su diámetro.
5. Enfoque
El autoenfoque del dispositivo funciona a través de un motor STM. Este mecanismo es distinto al utilizado por sus hermanos mayores, el EF 50 mm f/1.4 y el RF 50mm f/1.2L, que integran un sistema USM. Sobre la eficiencia de ambas opciones, señalar que la suavidad del STM es mayor, pero no es tan rápido como el USM. En comparación con su antecesor, el autoenfoque es más silencioso y, por tanto, la adecuación de la lente para la grabación de vídeos es mayor, aunque no se ha eliminado el ruido por completo.
El enfoque es interno, por lo que no hay problema con el uso de filtros. La distancia mínima a la que actúa es de 35 centímetros, por los 45 del anterior modelo. Es un progreso estimable, si bien no estamos, lógicamente, ante un objetivo para macrofotografía.
6. Calidad gráfica
Al ser una unidad de focal fija presenta una óptica sencilla. Esto supone un indudable plus en términos de calidad gráfica. Está conformada por sólo 6 elementos en 5 grupos, cuando un todoterreno como el Canon EF-S 18-200mm, por poner un ejemplo, consta de 16 elementos y 12 grupos.
En lo referente a la nitidez el resultado es sobresaliente. El nivel baja a una apertura de f/1.8 y es excelente en torno a f/8, tanto en el centro como en los laterales. Vuelve a disminuir con un diafragma de f/22.
La distorsión geométrica es mínima, favorecida por un ángulo que no suele generar problemas de este tipo. El viñeteado, por su parte, es visible a f/1.8 y f/2.2, pero luego va cayendo. En cuanto a las aberraciones, un inconveniente común a los todoterrenos, aquí están muy bien controladas.
7. Accesorios
En la caja únicamente viene el objetivo con sus tapas y un manual de usuario. El parasol hay que comprarlo aparte. Le corresponde el Canon ES-68.
Características
- Dimensiones: 6,9 x 3,9 cm.
- Diámetro de filtro: 49 mm.
- Peso: 159 g.
- Montura: EF.
- Distancia focal: 50 mm.
- Apertura máxima: f/1.8.
- Apertura mínima: f/22.
- Láminas del diafragma: 7.
- Estabilizador de imagen: no.
- Construcción del objetivo (elementos/grupos): 6/5.
- Ángulo de visión (horizontal, vertical, diagonal): 40°, 27°, 46°.
- Motor para el autoenfoque: STM.
- Distancia mínima de enfoque: 0,35 m.
- Ampliación máxima: 0,21 x.
Compatibilidades
La montura EF de Canon es para cámaras de esta marca de formato completo. También es válida para sensores pequeños. En estos casos, aplicando el factor de conversión, la distancia del dispositivo equivale a 80 mm.
Opinión final

A algunos fotógrafos nos agrada mucho la versatilidad de las lentes que permiten cambiar el zoom, pero este objetivo ofrece una calidad que me entusiasma. Si te gusta hacer retratos, un 50 mm es un complemento prácticamente imprescindible. Asimismo, viene bien en otras situaciones más generales y, particularmente, en ambientes de escasa luz. La única desventaja de este modelo procede de su motor de enfoque STM, aunque se ha mejorado en relación al integrado por el EF 50 mm f/1.8 II. Sin embargo, sigue sin ser especialmente rápido.
Como puntos destacados del producto figuran un precio de venta muy asequible para todo lo que aporta, su luminosidad de hasta f/1.8 y su alto nivel de imagen, potenciado por una excelente nitidez y la casi total ausencia de defectos ópticos. Además, es compacto y realmente ligero, por lo que es fácil de llevar de un sitio a otro.