Review
En otra revisión apuntábamos la práctica ausencia de diferencias entre el Neewer TT520 y el TT560. Sin embargo, no ocurre lo mismo entre este último y su hermano mayor, el TT660 III, sobre el que hablamos hoy y que le supera holgadamente. Se trata de un modelo que ha ido evolucionando enormemente, con cada una de las versiones lanzadas por la marca, hasta la fecha, y que ha acabado por convertirse en una de las opciones más atractivas del mercado, como mínimo, en cuanto a relación calidad-precio.
El aspecto que más llama la atención de esta unidad, es el rango de su cabezal zoom motorizado, que va de 18 hasta 180 mm. Esta característica determina con precisión el área iluminada, según la distancia focal a la que disparemos. Siguiendo con el cabezal, indicar que gira 90 grados en vertical y 180 en horizontal, proporcionándonos la posibilidad de obtener una luz más suavizada, por rebote en paredes y techos. Con la misma finalidad, el aparato integra un difusor y una tarjeta reflectora.
La gran novedad de esta tercera versión del Neewer TT660, reside en la importante incorporación del TTL. Dispuesto en este modo automático, el dispositivo nos permite variar la intensidad del destello con fragmentos de un tercio. Este tipo de ajuste más preciso, también es aplicable en manual para afinar una potencia, que se regula en ocho niveles generales, comprendidos entre 1/1 y 1/128. Por otra parte, incluye el siempre interesante modo multi o estroboscópico, con el que se logran resultados muy creativos, mediante varios disparos para una misma toma.
Una de las mejoras sustanciales con respecto al TT560, está en el hecho de que maneja a otras unidades como maestro. Su alcance inalámbrico es de 20-30 metros en interior, bajando hasta de 10-15 en exterior, y suministra 10 canales. Además, lo podemos disponer como esclavo, a través de los modos S1 y S2. El segundo es el requerido, si el maestro está configurado en TTL.
El flash tiene un número de guía 58, medido a un ISO 100, al máximo de su zoom (180 mm); un dato que lo sitúa entre los más potentes que existen en la actualidad. Esta amplia capacidad viene acompañada de un tiempo de reciclaje a la altura de la circunstancias, superior en un 30% al TT560, según Neewer. Concretamente el intervalo de recarga ronda los 3 segundos, tras un disparo al tope de potencia con pilas alcalinas. Trabajando a intensidades más habituales y con baterías recargables, el reciclado es mucho más rápido.
Una duda recurrente acerca de las opciones puestas a la venta por fabricantes chinos como Neewer o Yongnuo, está en los acabados y construcción de sus productos. En este punto las primeras marcas aportan más, pero el dispositivo analizado da la sensación de robustez y, por cierto, es bastante voluminoso. Cuenta con zapata metálica y sistema de bloqueo, para que quede bien fijado a la cámara. Su control se efectúa por medio de unos sencillos mandos y una pantalla LCD, retroiluminada en color verde.
Otra notable mejora de esta nueva revisión del modelo, está en su sincronización a alta velocidad, que nos permitirá su uso en días soleados, para agregar luz de relleno. Entre sus funciones adicionales, encontramos las clásicas de ahorro de energía y protección contra sobrecalentamiento. Asimismo, trae un puerto para PC Sync y, como accesorios, una funda de nailon, un soporte, una pieza difusora y las instrucciones, que no están en español (únicamente en inglés y chino). También se comercializa con diversos extras, en forma de kit.
Características
- Dimensiones: 8,0 x 21,0 x 6,0 cm.
- Peso: 400 g.
- Número de guía: 58.
- Modos: manual, TTL y multi.
- Maestro: sí.
- Esclavo: sí.
- Cabezal giratorio: vertical (90°) y horizontal (180°).
- Cabezal zoom: 18-180 mm.
- Tiempo de reciclado: 2,9 segundos, con cuatro pilas alcalinas AA.
- Sincronización a alta velocidad: sí.
Compatibilidades
Puede utilizarse con cámaras Canon y Nikon, adquiriendo su modelo específico, para que trabaje en TTL.
Opinión final

Pocas pegas pueden ponérsele a un flash que ofrece tanto, a cambio de un coste tan reducido. El único inconveniente está en que su rotación horizontal -de 180 grados-, no se encuentra al nivel del resto de prestaciones. No obstante, muchos fotógrafos nunca usamos un giro mayor y, en líneas generales, no es algo especialmente significativo. Por lo demás, es muy completo, pues nos da una elevada potencia, sincroniza a alta velocidad y tiene todos los modos de configuración existentes. Su cabezal zoom, por su parte, es sorprendente y está a la altura de alternativas de gama alta. En definitiva, estamos ante una de las mejores aportaciones de Neewer y, por eso, le damos una valoración muy alta.