Menú

Nikon SB-300 Speedlight

3.5

Nikon SB-300 Speedlight

Review

El modelo más básico de la serie Speedlight de Nikon, es este SB-300, que está destinado para principiantes en el uso del flash. El dispositivo es realmente sencillo de utilizar, pues tan solo tiene un interruptor giratorio de encendido y apagado, junto con un indicador de disponibilidad.

La unidad cuenta con un número de guía de 18, para un ISO 100, por lo que proporciona una potencia reducida. De acuerdo con su alcance, es idóneo para retratos o para tomas en las que el sujeto fotografiado esté cerca. Con respecto al flash integrado de la cámara marca las distancias, más que en intensidad, por la rotación vertical de su cabezal, que nos permitirá obtener una luz difuminada, por rebote en techos y paredes. Si bien, no gira en horizontal, en vertical lo hace hasta 120 grados -con paradas en 60°, 75°, 90° y 120°-; una característica muy infrecuente, ya que lo más extendido es la rotación hasta 90 grados. Por otra parte, apuntar que no dispone de zoom, cubriendo un ángulo de visión de 27 mm para lentes de formato FX y de 18 mm para objetivos DX.

En cuanto a su configuración, sus ajustes comprenden los modos i-TTL y manual. En este punto, tiene como inconveniente el hecho de que no trabaje de manera inalámbrica como maestro y tampoco pueda colocarse como esclavo.

Su tiempo de reciclaje es de 3,5 segundos tras una descarga a la máxima potencia con pilas recargables y de 4 segundos con alcalinas, según el fabricante. Sin embargo, en realidad hay que añadir al menos un segundo a estos valores, siendo lento recargándose tras un destello. Esta circunstancia nos limita, si esporádicamente queremos cubrir algún evento familiar como aficionados, tipo bautizo o comunión, pues es probable que nos perdamos momentos importantes, entre un disparo y otro.

Controles del Nikon SB-300

El SB-300 no alcanza los 100 gramos de peso y sus dimensiones son reducidas, por lo que es fácil de transportar. Utiliza dos pilas finas AAA; otro rasgo que le diferencia del estándar en flashes, que está entre dos y cuatro baterías AA.

Entre sus funciones adicionales incorpora sendos sistemas de protección contra sobrecalentamiento y de ahorro de energía, pero carece de luz de ayuda al autoenfoque. Su firmware se actualiza mediante la cámara y dispone de una zapata metálica reforzada por un cierre de seguridad, para un adecuado acoplamiento.

Está bien surtido de accesorios, incluyendo una funda blanda de poliéster, un práctico difusor SW-N7 y una cubierta protectora BS-N2000, para salvaguardar los contactos cuando el aparato no esté en uso.

Características

  • Dimensiones: 5,7 x 6,5 x 6,2 cm.
  • Peso: 97 g.
  • Número de guía: 18.
  • Modos: manual y TTL.
  • Maestro: no.
  • Esclavo: no.
  • Cabezal giratorio: vertical (120°).
  • Cabezal zoom: no.
  • Tiempo de reciclado: 3,5 segundos, con dos pilas recargables Ni-MH.
  • Sincronización a alta velocidad: no.

Compatibilidades

Podemos emplearlo con las cámaras Nikon D-SLR y COOLPIX equipadas con zapata de accesorios.

Opinión final

3 estrellas

Con este dispositivo subiremos un peldaño en relación al flash integrado de nuestra cámara, aunque sus funcionalidades están bastante por debajo del Speedlight superior, el Nikon SB-500, que le supera en número de guía, intervalo de recarga, rango de rotación -permite los movimientos horizontales- y, además, se comunica en modo inalámbrico. De todas formas, es preciso señalar que el SB-500 también es una opción para dar los primeros pasos en el manejo de una unidad externa.

Las ventajas que nos ofrece el SB-300, radican en un coste más económico y una mayor ligereza. Asimismo, destacar que el modelo nos proporciona un interesante giro vertical -de hasta 120°-, y que puede configurarse en i-TTL y manual.