Review
El Nikon SB-500 se sitúa, dentro de la familia Speedlight, entre el SB-300 y el SB-700. Es una buena opción para iniciarse en el uso del flash, ya que proporciona interesantes características que vamos a repasar en esta reseña.
Su número de guía es de 25, para un ISO 100 a 24 mm. No es muy potente, pero su alcance es suficiente para fotografías en interiores y para tomas nocturnas, en las que no estemos demasiado lejos del sujeto. Además, su sincronización a alta velocidad lo hace apto para aportar luz de relleno en condiciones ambientales diurnas.
Dispone de un cabezal giratorio en vertical -con paradas a 0°, 60°, 75° y 90°-, y abarca todo el radio de rotación en horizontal -deteniéndose en 0°, 30°, 60°, 75°, 90°, 120°, 150° y 180°-, moviéndose a izquierda y derecha. No tiene zoom, siendo su cobertura de lente de 24 mm para un objetivo de formato FX y de 16 mm para DX.
Puede controlarse mediante i-TTL y en manual, regulándose desde los menús de la cámara. Asimismo, se comunica en modo inalámbrico óptico, como esclavo y maestro. Con este último podemos manejar dos grupos A y B, configurados con distintas intensidades.
El SB-500 es el primer modelo de Nikon que integra luz LED, como recurso auxiliar para la grabación de vídeos. Este elemento modifica diseño de la parte frontal del dispositivo, que no trae el habitual haz de ayuda al autoenfoque. El LED suministra una iluminación de unos 100 lux a 1 metro de distancia, lo cual no es mucho, por lo que sólo es útil para trabajos muy básicos. La duración de la lámpara es de 60 minutos con pilas recargables, reduciéndose a la mitad con alcalinas.
La unidad no cuenta con pantalla LCD, ubicándose sus controles directamente sobre la parte trasera. Desde un mando circular es posible moverse entre las opciones de flash, LED y configuración inalámbrica. El sencillo panel lo completan un interruptor para regular la intensidad del LED en tres niveles, un botón de prueba y, por último, los indicadores referentes al estado de carga y al modo activo: TTL (predeterminado), manual o maestro.
El aparato recicla bien, ofreciendo un intervalo de 3,5 segundos, tras una descarga completa con pilas recargables. Su firmware se actualiza a través de la cámara, tiene protección contra sobrecalentamiento, ahorro de energía e incorpora un pie de metal, junto a una pieza de bloqueo -igualmente metálica-, para un correcto acoplamiento con la cámara. Con respecto a sus accesorios, el flash viene acompañado por un soporte y un estuche blando.
En comparación con otros modelos Speedlight, apuntar que es muy superior al SB-300, mientras que en relación al Nikon SB-700, es ligeramente más potente. A bote pronto este dato resulta algo confuso, pues el número de guía del SB-700 es superior, concretamente 28 (por 24 del SB-500). Sin embargo, está medido para una distancia focal diferente (35 mm) y si se calcula para la misma focal, el SB-500 está un poco por encima. También es más ligero que su hermano mayor; una sensación acrecentada por las dos únicas pilas que necesita. Por contra, el SB-700 recicla bastante más rápido y posee un cabezal zoom, con un rango de 24 a 120 mm.
Características
- Dimensiones: 6,7 x 11,4 x 7,1 cm.
- Peso: 226 g.
- Número de guía: 24.
- Modos: manual y TTL.
- Maestro: sí.
- Esclavo: sí.
- Cabezal giratorio: vertical (90°) y horizontal (360°).
- Cabezal zoom: no.
- Tiempo de reciclado: 3,5 segundos, con dos pilas recargables Ni-MH.
- Sincronización a alta velocidad: sí.
Compatibilidades
Funciona con el Sistema de Iluminación Creativa de Nikon (CLS) y con las cámaras Nikon: SLR digitales de formato FX y DX (excepto la serie D1 y la D100), SLR de película F6, COOLPIX compatibles con CLS (A, P6000, P7000, P7100, P7700 y P7800) y COOLPIX con i-TTL (P5000, P5100, E8400, E8700 y E8800).
Opinión final

Como señalaba al principio del análisis, se trata de una adecuada alternativa para aprender el manejo del flash, con su variedad de modos (manual, TTL e inalámbrico). Sus puntos más mejorables residen en su carencia de zoom y en la potencia del destello, aunque supera en este aspecto al SB-700 Speedlight. Por otra parte, la innovación de la iluminación LED para vídeo puede servirnos en algunos casos concretos, pero su alcance es limitado.
Entre sus ventajas, se encuentran la ligereza de la unidad, un buen tiempo de reciclaje y su sincronización a alta velocidad. Además, el completo giro de su cabezal aumenta nuestras posibilidades al permitir el suavizado de la luz, mediante rebote en techos y paredes.