Review
A día de hoy, el Mecablitz 64 AF-1 es el producto estrella de la firma alemana Metz, pues estamos ante un modelo para el que el fabricante se ha empleado a fondo, con el objeto de dotarle de las mejores prestaciones. Por eso, su nivel de calidad es similar al que ofrecen las aportaciones más relevantes de Canon y Nikon.
Para empezar se trata de un flash muy potente, con un número de guía de 64, medido a un ISO 100 a 200 mm. Hay pocas unidades en el mercado que ofrezcan una intensidad de destello equiparable a ésta. Además, cuenta con un zoom motorizado para un intervalo de distancias focales de 24 a 200 mm, e incluye un difusor integrado gran angular de 12 mm y una tarjeta reflectora. El cabezal gira hasta 90 grados en vertical y, adicionalmente, rota otros 9 hacia abajo. En horizontal, el rango de movimiento alcanza los 300 grados.
En cuanto a la regulación de la iluminación, proporciona un amplísimo abanico de posibilidades. En TTL podremos compensar la exposición desde -3 EV hasta +3 EV, trabajando en E-TTL / E-TTL II con una cámara Canon y en los modos i-TTL / i-TTL BL en Nikon. Con la modalidad Auto, que únicamente nos servirá para usos muy concretos, la medición se realiza a partir de un sensor ubicado en la parte delantera del aparato. En manual, por su parte, nos permite variar la potencia de 1/1 hasta 1/256, ajustándola con tercios de intensidad. Por último, añade a sus modos el estroboscópico o multi, albergando de 2 a 5 destellos para una misma toma.
El Mecablitz 64 AF-1 funciona como esclavo y, por supuesto, como maestro; un tipo de conexión inalámbrica desde la que controla unidades de Canon. Su tiempo de reciclaje oscila entre 0,1 segundos y 1,8 con pilas recargables, aumentando este valor máximo a 4,4 segundos, si lo alimentamos con alcalinas. En este punto presenta una rapidez acorde con un dispositivo de gama alta y es posible acoplarle una batería externa, para mejorar aún más su rendimiento. Otra característica que podía esperarse de un modelo así, es su sincronización a alta velocidad.
Sin duda, una de sus piezas más singulares es su display azul retroiluminado, dotado de giro automático de 90°, para acomodarse a la orientación de nuestra cámara. Su control táctil va en línea con el Mecablitz 52 AF-1 Digital al que, por cierto, supera holgadamente. Tiene muchas opciones -como un botón de información que nos indica el ISO actual o la temperatura del flash-, y su navegación es intuitiva. No obstante, sobre el manejo de la pantalla, para gustos los colores, pues a muchos fotógrafos les encanta y otros preferimos los mandos tradicionales.
Aparte de la luz de autoenfoque, posee componentes tan particulares como un flash auxiliar -situado bajo el cabezal-, que está integrado con la medición de la cámara. Con este elemento podemos optimizar el modelado de la iluminación, por medio de un segundo destello. También incorpora una luz continua de ajuste, con la que visualizar las sombras que emite el sujeto a fotografiar, antes de disparar.
Entre las múltiples funcionalidades que Metz ha añadido a este dispositivo, encontramos avisos sonoros con distintas informaciones -como la disponibilidad-, modo standby para el ahorro de energía, bloqueo manual de teclas y protección contra sobrecalentamiento. Asimismo, nos permite almacenar hasta cuatro configuraciones diferentes.
Tiene un pie metálico con cierre a rosca, estando su construcción y acabados al nivel del conjunto. Para la actualización del firmware, incluye una entrada USB, colocada en el compartimento de las pilas. Igualmente, cuenta con conexión de cable sincro, para foto de estudio.
Como accesorios, trae un estuche, un pie esclavo y un manual de un considerable tamaño, traducido a varios idiomas, entre ellos al español.
Características
- Dimensiones: 7,8 x 14,8 x 11,2 cm.
- Peso: 422 g.
- Número de guía: 64.
- Modos: manual, TTL y multi.
- Maestro: sí.
- Esclavo: sí.
- Cabezal giratorio: vertical (90°) y horizontal (300°).
- Cabezal zoom: 24-200 mm.
- Tiempo de reciclado: 1,8 segundos, con cuatro pilas recargables AA.
- Sincronización a alta velocidad: sí.
Compatibilidades
Para garantizar su compatibilidad, existen versiones específicas para Canon, Nikon, Pentax y Sony, más otra común para Olympus, Panasonic y Leica. Apuntar que en Sony únicamente es adecuado para la zapata Multi Interface, presentada por la marca en 2012.
Opinión final

Pocas pegas pueden ponérsele a este Mecablitz 64 AF-1 al que, con toda justicia, otorgamos la puntuación máxima. Siendo rigurosos podría echarse en falta un giro completo del cabezal -que llega hasta los 300 grados-, aunque a efectos prácticos la diferencia es poco significativa. La pantalla táctil, como hemos comentado, gustará más o menos según las preferencias de cada uno y no dispone de la radiofrecuencia que incorporan modelos como el Canon Speedlite 600EX-RT o el Nikon SB-5000 Speedlight.
A favor del Metz, en referencia a sus competidores, hay que decir que es más económico que las citadas alternativas de Canon y Nikon. Entre sus ventajas encontramos una interminable lista de funciones, su amplia potencia, un excelente zoom motorizado y un intervalo de recarga a la altura de las circunstancias. Además, aporta luz auxiliar y muchas posibilidades para la regulación del destello. En definitiva, es una gran opción para profesionales y aficionados exigentes, que justifica su precio a golpe de prestaciones.