Review
A día de hoy, el EF-630 es el flash más logrado de la marca Sigma. En la fábrica japonesa han echado el resto para conformar una opción de gama alta, muy completa en prestaciones.
La unidad ofrece una elevada potencia, provista por su número de guía 63, a un ISO 100 y 200 mm. También presenta un interesante zoom automático, que abarca un rango de 24 a 200 mm. Esta cobertura se amplía con la extracción del panel difusor gran angular, mediante el que suministra una distancia focal de 17 mm.
Proporciona luz suavizada por rebote en paredes y techos, merced a una rotación de la antorcha de -7 a 90 grados en vertical y los 360 grados, cuando giramos el cabezal en horizontal. Además, incluye una tarjeta de rebote para el modelado del destello.
La potencia de salida puede establecerse en manual, multi y TTL. Esta última modalidad da la posibilidad de compensar la exposición automática desde ±3 EV y pasos finos de 1/3. En manual, por su parte, entrega un intervalo de intensidad comprendido entre 1/1 y 1/128, igualmente con ajustes más precisos en tercios.
Inalámbricamente se comunica con otros flashes como maestro y esclavo. Esta conexión wireless se articula por infrarrojos y sólo 3 canales.
El dispositivo cuenta con una pantalla LCD de matriz de puntos, retroiluminada en verde. Brinda una gran cantidad de opciones, distribuyendo la información de una forma marcadamente horizontal. En cuanto a los controles, señalar que el dial se sitúa a la izquierda y está complementado por una rueda lateral. Aunque Sigma se desmarca de lo habitual en el diseño del display y la organización de los mandos, el manejo del modelo es intuitivo.
La construcción es muy satisfactoria, tanto por la calidad de los materiales, como por los remates. Respecto a esto último, destaca el sistema de ajuste por palanca de la zapata. Asimismo, resulta convincente el mecanismo de apertura de la tapa del compartimento de las pilas. Por otro lado, el aparato incorpora entradas para PC Sync y USB para actualizaciones del firmware, pero se echa en falta un puerto para conectar una fuente de alimentación externa.
Los tiempos de carga son de 3 segundos con alcalinas y de 1,8 con recargables, después de un disparo a la máxima potencia. En este punto, el EF-630 mejora notablemente la velocidad de otros productos de la marca, como el Sigma EF-610 DG ST o el EF-610 DG SUPER, cuyos valores eran insuficientes. En relación a su autonomía, indicar que alcanza unos 120 destellos con pilas alcalinas y unos 185 con NiMH, disparando al tope de intensidad.
Este Sigma sincroniza a la cortinilla trasera e integra la función FP, a través de la que aporta sincronización a alta velocidad. Además, incluye asistencia al autoenfoque, luz de modelado, reducción de ojos rojos, preferencias personalizadas, ahorro de energía y un tiempo de flash de 1/700 segundos. Según el fabricante, el sistema FP y el AF no funcionan en algunos modelos.
En la caja viene acompañado por un pie (FD-11) para usarlo como esclavo y por una funda de nylon con cremallera, equipada con unos prácticos bolsillos interiores. La elaboración de este estuche protector se aparta bastante de lo corriente, dejando patente que Sigma no trata de copiar a marcas como Canon y Nikon, sino que sigue su línea. También trae un manual de instrucciones traducido al español.
Características
- Dimensiones: 7,9 x 14,8 x 12,1 cm.
- Peso: 490 g.
- Número de guía: 63.
- Modos: manual, TTL y multi.
- Maestro: óptico.
- Esclavo: óptico.
- Cabezal giratorio: vertical (90°) y horizontal (360°).
- Cabezal zoom: 24-200 mm.
- Tiempo de reciclado: 1,8 segundos, con cuatro pilas recargables.
- Sincronización a alta velocidad: sí.
Compatibilidades
Es válido para cámaras digitales de Canon, Nikon y Sigma.
Opinión final

Como señalaba anteriormente, en Sigma han apostado por aportar un producto propio, desmarcándose de fabricantes chinos que diseñan sus flashes basándose en unidades de primeras marcas o incluso las clonan. Su única pega está en su carencia de una entrada para batería externa y hubiera sido deseable que contara con unas mejores prestaciones inalámbricas, acorde con el resto de características.
Entre sus ventajas hay que subrayar su gran potencia y su depurada velocidad de reciclado, mediante la que Sigma soluciona un problema que condicionaba el rendimiento de otros modelos. Asimismo, destaca su cobertura del zoom, la capacidad del dispositivo para sincronizar a alta velocidad y su calidad constructiva.