- Diseño vintage.
- Batería de litio.
- Compacidad.
- Modo automático multimarca.
- Sencillo de utilizar.
- Batería no extraíble.
Review
1. Introducción
El Godox Lux Senior lleva el concepto de diseño de flashes a otro nivel, con un aspecto que rememora los años 60. Es el hermano mayor del Lux Junior, junto con el que conforma la línea Lux Retro de Godox. Cuando está cerrado ocupa poco y resulta elegante, aunque es aún más vistoso al abrirlo e ir desplegando su difusor circular. Recuerda a esos flashes con bombilla que aparecen en las películas clásicas.
Su idoneidad depende de tus preferencias, como comentaba al analizar el Lux Junior. Hay opciones superiores en potencia y prestaciones, pero este bonito flash de estilo vintage lo que te ofrece es diversión. Además, tiene virtudes interesantes aparte de su diseño, especialmente su batería de litio y su compacidad.
2. Potencia y cabezal
Cuenta con un número de guía 14, medido a ISO 100 y a 28 mm, su longitud focal fija. No es demasiada potencia, aunque es más que suficiente para retratos, una de las principales modalidades a las que va dirigido este Godox. También sirve para aportar luz en fotografías de productos u objetos cercanos y para iluminación de relleno.
La bombilla circular de la unidad se extrae pulsando un interruptor rojo que tiene justo al lado y está rodeada de un amplio difusor metálico. Aquí no hay posibilidad de giro. La luz siempre es directa, pero el reflector ayuda a suavizar el destello.
3. Modos de configuración
Dispone de los mismos modos de funcionamiento que el Lux Junior. En manual proporciona 7 niveles, de 1/1 a 1/64, y tiene una modalidad automática al estilo de los flashes de otra época, que funciona a partir de un receptor de luz situado encima de la zapata. No es un modo TTL y, por tanto, ni es tan preciso ni es posible compensar la exposición. La parte positiva es su compatibilidad con cualquier cámara con zapata universal, ya que el pie no tiene pines específicos para el disparo en TTL con una marca específica, sino que integra un único pin intermedio.
En las distintas pruebas realizadas he obtenido resultados más precisos en manual. La fotografía de más abajo la he hecho a 1/64, el mínimo de potencia. A la imagen no le iría mal algo de edición para añadirle un poco más de luz. De hecho, en automático el destello era más intenso, pero siempre es mejor quedarse corto que pasarse, ya que es muy complicado corregir las zonas sobreexpuestas.
Para la siguiente prueba que comparto he contado con la colaboración de mi gato Miyazaki. En este caso tenía configurado el flash a 1/32. En esta fotografía he realizado una calibración rápida para añadir contraste, con el fin de enfatizar el efecto de viñeteado de la luz que producen la bombilla y el difusor circulares. El viñeteado, ya sea el de un objetivo o el de este flash, me resulta agradable en retratos, porque ayuda a focalizar la atención.
Si no estás habituado al uso de una unidad externa, necesitas tiempo para adaptarte a utilizarla en manual. Puedes ir probando y ajustando la potencia hasta obtener un resultado preciso. Incluso alguien con experiencia no siempre acierta a la primera.
Para mí es importante la rapidez y, por eso, estoy acostumbrado a trabajar en TTL e ir compensando la exposición, excepto si utilizo flashes de estudio. Con este Godox, sin embargo, he disfrutado fotografiando en manual, porque también es rápido: solo tienes que girar la rueda, sin necesidad de irte al menú de una pantalla. Incluso tardas menos que compensando la exposición TTL en otros flashes. Si alternas el modo manual y el automático vas a sacar más partido de este producto, pero si prefieres no complicarte siempre puedes utilizarlo exclusivamente en automático.
Es posible dispararlo fuera de la cámara mediante alguno de sus esclavos ópticos. Dispone de las modalidades infrarrojas S1, para un maestro en manual, y S2, para un maestro en TTL. No creo que el fabricante haya previsto que vaya a utilizarse mucho como esclavo y no ha incluido un pie entre sus accesorios, pero es una funcionalidad que está ahí por si acaso.
4. Diseño y construcción
En el cuadro de mandos destaca el amplio dial. A la izquierda del mismo hay un botón de encendido y de selección del modo de funcionamiento, el disparo de prueba y un interruptor para activar los esclavos.
Su dial me resulta más familiar después de utilizar el Lux Junior. Se trata de uno de los elementos más singulares del producto, ya que afianza su estética retro. Con la rueda externa se regula la potencia en manual, mientras que el dial interior resulta particularmente novedoso para los que no hemos utilizado flashes antiguos. Su función es la de ayudarte a calcular la potencia de salida. Por mucho que lo muevas, la intensidad no varía.
Para utilizar el dial interior lo primero que debes hacer es ajustar el ISO y la apertura en tu cámara. En segundo lugar, calculas la distancia aproximada al sujeto que vas a fotografiar, a la vieja usanza. Después relacionas la distancia estimada con el ISO y la apertura de la cámara quedará alineada con la intensidad que debes utilizar. Reconozco que, por la falta de costumbre, apenas lo he utilizado para las distintas pruebas que he hecho en manual, pero no hay duda de que te proporciona una experiencia diferente.
La construcción me resulta sólida y el diseño es excelente. Su difusor y el dial recuerdan a los flashes clásicos, al igual que la rugosidad de la parte superior y de los lados. La versión utilizada para este análisis es la estándar de color negro con remates laterales en plata. Como verás en la siguiente imagen, igualmente está disponible en rojo, rosa, blanco, azul menta y verde oscuro.
No es tan compacto ni tan ligero como el Lux Junior. No obstante, su peso de 227 gramos es bastante moderado y sus dimensiones son reducidas cuando está plegado, lo que facilita su almacenamiento y transporte.
La zapata es de metal, con rueda de bloqueo para su ajuste a la cámara. En uno de los laterales se ubican una entrada USB-C para cargar la batería y un puerto de sincronización.
5. Reciclado y autonomía
En el Lux Senior se dan la mano lo antiguo y lo moderno, ya que integra una batería de litio, un tipo de alimentación aún novedosa y poco frecuente. No hace mucho que Canon la ha incorporado a su primer flash, el costoso EL-1.
La batería es de 1.700 mAh, inferior a los 2.600 mAh de la utilizada, por ejemplo, por el V860III, que es una unidad más potente y válida para un uso profesional. Otra diferencia entre ambas baterías es que aquí es interna. Hubiese preferido que fuera extraíble y reemplazable.
En este punto, el Lux Senior mejora de forma considerable el rendimiento de su hermano menor, algo lógico, puesto que el Junior se alimenta con solo dos pilas AAA. Su tiempo de reciclado es de 3 segundos, después de un disparo al máximo de intensidad, y ofrece una autonomía de 150 destellos, también tras descargas completas. En potencias medias y bajas, las más comunes en un modelo de este tipo, la autonomía aumenta y el intervalo de reciclaje es menor.
6. Accesorios
La presentación está bien cuidada. En la caja incluye una bolsa para su almacenamiento, un cable de carga y un cable de sincronización. Las instrucciones están en inglés y chino.
Características
- Dimensiones: 8,4 x 11,4 x 17,6 cm.
- Peso (con batería): 227 g.
- Número de guía: 14.
- Modos: manual y automático.
- Maestro: no.
- Esclavo: óptico.
- Giro: no.
- Zoom: 28 mm.
- Tiempo de reciclado: 3 segundos, con batería de litio.
- Sincronización a alta velocidad: no.
Compatibilidades
Funciona en manual y automático en cualquier cámara con zapata universal, de Canon, Nikon, Pentax, Fuji, Sony, Olympus o Leica.
Opinión final

El Lux Senior es un flash que no deja indiferente a nadie. No pasas desapercibido cuando lo tienes montado sobre tu cámara. Es una de las opciones más singulares que hay para cuidar no solo la estética de tus fotos, sino de tu equipo fotográfico. Se trata de un producto realmente novedoso, cuidado hasta el último detalle.
Debido a las limitaciones intrínsecas de su diseño clásico, no destaca tanto en prestaciones. Su zoom y cabezal son fijos, y no sincroniza a alta velocidad. Estas son características que puedes encontrar en el Godox TT685II o en el compacto TT350.
En realidad, no existe otro flash en el mercado con el que se pueda comparar. El más cercano, salvando las distancias, es el Lux Junior, perteneciente a la misma línea. Uno de sus principales aspectos diferenciadores en relación al Junior es su batería de litio, mediante la que mejora la velocidad de reciclado y la autonomía de su hermano menor. Sin embargo, hubiese sido preferible que esa batería fuese extraíble, como la del V860III.
Entre sus ventajas figuran, aparte de su precioso diseño de estilo vintage, la compacidad que tiene cuando está plegado y su batería de litio. Asimismo, destaca por lo fácil que es de manejar en manual y, aún más, con su modo automático, compatible con cualquier cámara con zapata universal.